Ahora, y luego de 24 años de presencia en el mercado, Microplay finalmente vio una luz verde a su solicitud de quiebra. La justicia dos veces rechazó la insolvencia e incluso, en una oportunidad, argumentó que la tienda sí podía pagar lo que debía.

Luego de dos intentos fallidos en que la justicia dijo “no”, finalmente el 11° Juzgado Civil de Santiago dio el “sí” a la solicitud de insolvencia de la tienda de videojuegos y productos electrónicos, Microplay.

“(Se) procederá a incautar todos los bienes de la persona deudora, sus libros y documentos bajo inventario, con el auxilio de la fuerza pública si fuese necesario”, precisó la resolución al respecto, citada por Diario Financiero.

En enero fue el mismo juzgado quien rechazó una primera solicitud que emitió la empresa. En esa oportunidad argumentó que sus problemas económicos se debían a tres factores: efectos asociados al estallido social, crisis sanitaria (pandemia) y crisis económica actual y carga financiera.

Sin embargo, y tras analizar el caso, la justicia constató que Microplay no tenía juicios pendientes con efectos patrimoniales; y que por tanto tenía la capacidad para cumplir con sus obligaciones pendientes.

Después, también en enero de 2023, el tribunal rechazó por segunda vez una solicitud de la tienda de declararse en insolvencia.

Ahí señaló que estaba incapacitada para pagar a sus trabajadores y que, sin la aprobación de la quiebra, estos no podrían hacer uso del seguro de cesantía, ni cobrar su finiquito, ni ser recontratados en otro trabajo.

La justicia, nuevamente, estimó que los argumentos esgrimidos no lograban desvirtuar lo ya razonado en el primer rechazo.

Ahora, y luego de 24 años de presencia en el mercado, Microplay finalmente vio una luz verde a su solicitud de quiebra.

Pese a que su gama de productos era llamativa y a la vanguardia de lo que buscaban los “gamers”, la piratería, estallido social, pandemia e inflación terminaron por endeudar a la compañía, profundizó una indagación realizada por el equipo de Reportajes de BioBioChile, que siguió de cerca el caso.

En todo este proceso, Microplay cerró sus redes sociales y bajó su sitio web.