En el IPoM de diciembre -el último del año- el instituto emisor explica que la evolución del escenario externo continúa sujeto a “importantes focos de incertidumbre”. Del mercado laboral local, dijo, la creación de empleo se mantiene lenta, con una demanda de trabajo aún débil, "lo que es coherente con la evolución del ciclo económico".

Este miércoles el Banco Central publicó el cuarto y último Informe de Política Monetaria (IPoM) del año 2023, enfatizando que el PIB chileno cerrará este año con nulo crecimiento.

En detalle, y tal como se había anticipado, el instituto emisor indicó que si bien las condiciones financieras internacionales han mejorado, en lo local se estima que el PIB chileno “cerrará este año con nulo crecimiento; y rangos de expansión para 2024 y 2025 de 1,25-2,25% y 2-3%, respectivamente”.

Inflación

El informe señala que la inflación convergerá a la meta de 3% en la segunda mitad de 2024.

El descenso de la inflación desde sus máximos alcanzados en 2022 —cuando llegó a más de 14%— se ha dado en un contexto de “paulatina resolución” de los desequilibrios macroeconómicos.

La moderación del gasto, así como el cierre de la brecha de actividad —que se habría completado durante el tercer trimestre de 2023—, han permitido “mitigar las presiones inflacionarias provenientes de una economía que, por largo tiempo, estuvo creciendo por sobre su capacidad”, dijo el Banco.

El proceso de convergencia inflacionaria también ha estado apoyado por la disipación de los shocks de costos de años previos, lo que considera “la resolución de los problemas logísticos que ocasionó la pandemia y la reversión del significativo incremento de los precios de las materias primas y alimentos que produjo la guerra en Ucrania”.

“Se agrega el impacto de la apreciación del tipo de cambio real, tras los máximos que alcanzó a mediados de 2022, que se ha dado en paralelo a una reducción de los índices de incertidumbre local”, señala el IPoM.

El IPoM da cuenta de que la economía local retomó tasas de expansión trimestrales levemente positivas, aunque mantiene cierta heterogeneidad entre sectores.

En la demanda, los datos del tercer trimestre muestran un incipiente aumento del consumo privado, acompañado por una mejora de los ingresos reales de los hogares. El descenso de la inflación está apoyando el crecimiento de los salarios reales y ha reducido su impacto adverso en el gasto financiero de las personas.

En el mercado laboral, la creación de empleo se mantiene lenta, con una demanda de trabajo aún débil, lo que es coherente con la evolución del ciclo económico.

TPM

Como la inflación ha continuado su proceso de convergencia hacia la meta de 3%, la TPM se redujo desde julio a la fecha en 300 puntos base, hasta 8,25%.

El Banco comenta que Consejo considera que la convergencia de la inflación a la meta requerirá nuevos recortes de la TPM.

“Su magnitud y temporalidad tomará en cuenta la evolución del escenario macroeconómico y sus implicancias para la trayectoria de la inflación. El Consejo reafirma su compromiso de actuar con flexibilidad en caso de que alguno de los riesgos internos o externos se concrete y las condiciones macroeconómicas así lo requieran”, dice.

En cuanto a los riesgos, el informe explica que la evolución del escenario externo continúa sujeta a “importantes focos de incertidumbre”.

La fragilidad del sector inmobiliario en China, las dudas en torno a la situación fiscal en Estados Unidos y un entorno geopolítico más complejo y con nuevos conflictos bélicos “son solo algunos de ellos”, dice.

“Las implicancias de estos escenarios para la política monetaria dependerán de cómo la combinación y magnitud de dichos elementos afecten las perspectivas para la convergencia inflacionaria de mediano plazo”, concluye.