Cuba prevé unificar sus dos monedas y tasas de cambio frente al dólar, dejando sólo una que marche con el mercado.
El proceso, pospuesto durante varios años esperando el mejor momento, podría tener lugar en el peor, cuando la Cepal espera que la economía cubana decrezca un 8% este año, a raíz de la pandemia.
Estas son las claves para entender lo que sucederá:
Una sola moneda
Desparecerá el peso cubano convertible o CUC (equivalente al dólar), que nació hace más de dos décadas para primero acompañar y luego sustituir al dólar, en circulación de 1993 a 2004. El gobierno garantiza la validez de ahorros en CUC.
Prevalecerá el peso cubano o CUP (24 CUP por dólar).
Economistas aseguran que el CUC ya no tiene respaldo en dólares porque el gobierno dispuso de esos montos ante la falta de liquidez en los últimos años. Perdió su convertibilidad.
Hoy, el CUC es de uso común en el mercado local y en la práctica es sólo un billete de 24 CUP.
Pero revive el dólar
Desde octubre de 2019 el gobierno instauró la venta en dólares de electrodomésticos y alimentos, en tiendas seleccionadas, exclusivamente con tarjeta bancaria.
Ello incrementó la demanda del dólar y generó rumores de unificación de la moneda para octubre, aunque luego se desmintió. El billete estadounidense se vende ahora sobre los 1,5 CUC en los mercados informales (50% más).
El problema: la tasa de cambio
En Cuba, un ciudadano común coloca gasolina a 1 CUC (1 dólar) por litro, o 24 CUP. Sin embargo, un funcionario de una empresa estatal cuenta con una tasa de cambio especial de 1×1. Es decir, el litro de gasolina lo paga con 1 CUP.
En la práctica, el particular gasta 10 CUC (10 dólares) o 240 CUP por 10 litros, mientras que la firma estatal gasta, por lo mismo, solo 10 CUP (0,41 dólares).
Las empresas estatales son el 80% de la economía, y sus tasas preferenciales, en vigor desde los años de 1980, causan una enorme distorsión.
Los subsidios implícitos se convierten “en tabla de salvamento” para algunas empresas no rentables, explicó a la prensa el asesor del ministerio de Economía, Lázaro Toirac.
En tanto, las exportadoras se perjudican porque reciben 1 CUP por cada dólar que ganan.
“Muchas son las dificultades que provoca esa dualidad de circuitos. Y la confusión comienza a la hora de medir los costos reales de la actividad empresarial, teniendo registros económicos poco confiables”, detalla.
Las consecuencias
Al eliminar la tasa 1×1 los costos de producción se elevarán y con ello los precios. Varias estatales pueden quebrar y otras tener ganancias irreales.
Ante esta situación, los expertos sugieren subsidiar los precios que subirán por la medida, o elevar los salarios. El 70% de la fuerza laboral trabaja para el Estado.
Cuba es una economía abierta, e importa a través de firmas estatales casi la totalidad de los bienes que consume.
La isla lleva a paso lento una reforma integral de su economía de corte soviético, que permite la actividad privada, la cual debe acelerarse en esta circunstancia.
Normalizar el tipo de cambio
Si bien la tasa 1×1 es subsidiada, la otra que rige en el mercado, de 1 dólar por 24 CUP, lleva inamovible quince años.
“No ha sido secreto que la única moneda que quedará circulando en Cuba será el CUP, y el objetivo es tratar de acercarlo a una tasa de cambio que pueda ser reconocida en su comparación con las divisas internacionales, para que exista claridad en las transacciones”, agrega Toirac.