El gobierno que asuma tras las próximas elecciones presidenciales deberá pagar más de 12 mil millones de dólares por concepto de intereses de deuda fiscal, según datos de la Dirección de Presupuestos (Dipres), publicados este sábado por el diario La Tercera.

La futura administración enfrentará, en este concepto, un aumento del 66% comparado por el pago realizado por el actual gobierno, cifra que alcanzó los 7.253 millones de la divisa estadounidense.

De esta forma, para 2018 está proyectado un pago de 1,63 billones de pesos (más de 2.500 millones de dólares) para saldar intereses generados por la deuda bruta, intereses que se proyecta crezcan año a año. Una deuda fiscal que se cifra en 61.500 millones de dólares y que, conforme al proyecto de Presupuesto 2018, podría sumar otros US$9.500 millones.

“Son ‘mochilas financieras’ que pesan”, señaló al medio el senador e integrante de la comisión especial Mixta de Presupuesto, José García Ruminot (RN), quien agregó que “cuando dicen que no es tan grave que nos sigamos endeudando, porque la deuda es baja en términos relativos, igual significa pagar 2.500 millones de dólares en intereses, lo que compite con gastos en salud, educación o pensiones”.

“Bola de nieve”

Para especialistas citados por el diario, “la deuda va creciendo a un ritmo muy superior al crecimiento de la economía, por lo que no se vuelve sostenible”, algo que “castigan” las calificadoras de riesgo, tal como señala el economista Patricio Rojas. A su juicio, “el alto déficit fiscal obliga a endeudarse más para cumplir los compromisos de gasto, donde se encuentran los intereses. Es una bola de nieve que va creciendo en el tiempo”.

Otras voces señalan que que el monto indicado por Dipres podría estar subestimado, dado que para su cálculo se usan condiciones financieras de la deuda vigente y las tasas de interés históricamente bajas podrían revertirse en años próximos.

“En la medida que el stock de deuda pública bruta crezca, habrá que ir pagando cantidades crecientes de intereses, porque aumenta la percepción de riesgo de pago y eso lleva a aumentos en las tasas que se cobran”, explicó el integrante del Consejo Fiscal Asesor del Ministerio de Hacienda, José Yáñez. A su juicio, “esto no sería necesariamente un problema si el país pudiese sostener el pago de estos intereses”. Para ello se requiere “tener una tasa de crecimiento del producto más alta que la actual” y “probablemente se deberá reducir el crecimiento del gasto presupuestario”.