Los escombros no fueron captados hasta ahora, casi 10 meses después del impacto, y la masa total de todos ellos correspondería al 0,1 % de la masa del asteroide.
En septiembre de 2022, la misión DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA, impactó contra el asteroide Dimorphos con el objetivo de desviar su órbita y en el marco de un proyecto de preparación en caso de que un asteroide se dirija a la Tierra en el futuro.
La misión resultó exitosa y efectivamente la nave logró modificar la trayectoria de este cuerpo, pero hasta el día de hoy se continúan estudiando sus efectos. Ahora, el telescopio Hubble descubrió que tras el impacto, el asteroide soltó decenas de escombros que ahora se mueven con él por separado.
Y es que el Hubble ya había fotografiado antes a Dimorphos, en el momento del impacto y después de este, pero los fragmentos que escaparon del asteroide en detalle no fueron revelados hasta ahora.
“Los astrónomos que utilizan la extraordinaria sensibilidad del Hubble han descubierto un enjambre de rocas que posiblemente se desprendieron del asteroide cuando la NASA estrelló deliberadamente la nave espacial DART de media tonelada contra Dimorphos a aproximadamente 14.000 millas por hora”, dice un comunicado de la NASA.
Los fragmentos del asteroide Dimorphos
De acuerdo con el conteo de la agencia espacial, son hasta ahora 37 piezas sueltas de Dimorphos que captó el Hubble en sus imágenes. Además, recogieron que estos fragmentos se estarían alejando del asteroide a unos 0,8 km/h.
En la misma línea el tamaño de los escombros varía de entre 3 pies (unos 60 centímetros) a 22 pies de ancho y la masa total de todos ellos correspondería al 0,1 % de la masa del asteroide.
“Esta es una observación espectacular, mucho mejor de lo que esperaba. Vemos una nube de cantos rodados (fragmentos más pequeños) que transportan masa y energía lejos del objetivo del impacto. El número, el tamaño y la forma de los cantos rodados son consistentes con que hayan sido arrancados de la superficie de Dimorphos por el impacto“, comentó David Jewitt, de la Universidad de California en Los Ángeles, que ha usado el Hubble para rastrear el asteroide.
“Esto nos dice por primera vez lo que sucede cuando golpeas un asteroide y ves material que sale hasta los tamaños más grandes. Las rocas son algunas de las cosas más débiles jamás fotografiadas dentro de nuestro sistema solar”, agregó.
El experto dice que este último hallazgo del Hubble abre una nueva “dimensión” para estudiar lo que ocurrió con DART después del impacto, sobre todo ahora que se enviará la nave Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA), que llegará al asteroide a fines de 2026.
“La nube de rocas seguirá dispersándose cuando llegue Hera. Es como un enjambre de abejas que se expande muy lentamente y que eventualmente se extenderá a lo largo de la órbita del par binario alrededor del Sol”, concluyó.
Cabe destacar que los expertos plantean que la nube de fragmentos pequeños ya estaba allí antes del impacto y que sólo los fragmentos más grandes que detectó el Hubble corresponde a las consecuencias de DART.