Chile podría instalarse en la carrera espacial y llegar al lado oscuro de la Luna, si se suma al proyecto Beresheet 2 desarrollado por Israel.

Recientemente, se conoció que la ONG israelí SpaceIL se interesó en Chile para sumarlo a un proyecto de exploración lunar que busca alcanzar el llamado “lado oscuro de la Luna”, que es la zona del satélite natural que no es visible desde la Tierra.

Se trata del proyecto Beresheet 2, sin fines de lucro, que incluye a potencias mundiales como Estados Unidos, Rusia, Emiratos Árabes, India, Japón, Corea y la Unión Europea, pero ahora también busca integrar a Chile en la lista, siendo el único país Sudamericano en la iniciativa.

“Chile no es muy grande como las potencias que son más independientes, pero tampoco es un país que no puedes sumar. Y este proyecto es hecho a medida a Chile porque primero, tiene la capacidad tecnológica y humana con ingenieros, segundo, ya hay relación en materia espacial junto a Israel y Chile“, explica Gil Artzyeli, embajador de Israel en Chile.

Si bien, aún no está concretada la integración de Chile en esta misión espacial en desarrollo, de ser así formaría parte del selecto grupo de países en llegar al lado oscuro de la Luna por segunda vez, después de China, que fue el primero en aterrizar.

Para aceptar, Chile tendría que colaborar con un 12,5% del presupuesto, que se traduce a 15 millones de dólares, de los 200 millones que costará en total este ambicioso plan, explica Artzyeli.

¿En qué consiste el viaje de Chile al “lado oscuro de la Luna”?

Decir que Chile irá al lado oscuro de la Luna, no significa un alunizaje, más bien la participación del país en el proyecto, desarrollando los 2 módulos espaciales que viajarán en una nave nodriza hasta el satélite.

“Vamos a lanzar una aeronave nodriza que va a tener 2 módulos que se van a separar y van a aterrizar en 2 lados de la Luna, incluido el lado oscuro, el cual hasta hoy en día solo China ha aterrizado”, señala el embajador.

La nave, además, orbitará alrededor de la Luna por aproximadamente 5 años. El aporte de Chile en concreto, consistiría en sumar 5 ingenieros, de 35 que trabajarán en el desarrollo del proyecto, es decir, el 5% del personal sería chileno.

“La idea es que se sumen al equipo y sean parte integral del desarrollo y diseño de los 3 módulos: la nave y los 2 módulos que van a aterrizar. Y que también la bandera de Chile aterrice en la Luna“, detalla.

Sobre las impresiones de este proyecto, Gil Artzyeli agrega que fomentaría la unión entre países y lo compara con los efectos, por ejemplo, de un mundial de fútbol.

“Lo veo como un proyecto inspirador, no conozco otro proyecto que pueda unir a países como este, es como el mundial de fútbol, pero de tecnología, todo el pueblo participa y se involucra. (…)Chile ya era parte del grupo muy selectivo de países que tiene proyectos espaciales y ahora sería de un grupo más selectivo de los países que aterrizan en el lado oscuro de la Luna“, menciona.