El show terminó con Patti Smith cortando las cuerdas de su guitarra en medio de gritos destemplados y al son de My Generation de The Who, pero la historia comenzó mucho antes, cerca de las 21:15 horas en el Teatro Caupolicán, donde la “madrina del punk” concretó su debut en Chile a un mes exacto del “estallido social”.

El último dato no es irrelevante: la previa al show, al mando del teloneo de Colombina Parra, estuvo marcada por las consignas características de las manifestaciones incluso durante el concierto, muchas de ellas alentadas por la propia Smith al frente de sus cuatro músicos.

patti smith
Jaime Valenzuela | DG Medios

Dancing Barefoot, Redondo Beach y Ghost Dance (la primera y la tercera de la era Patti Smith Group), agitaron el inicio y las primeras declamaciones de la cantautora estadounidense, quien dedicó My Blakean Year a “todos los trabajadores”, y Beneath the southern cross a los mutilados “que perdieron sus ojos” en las manifestaciones.

“Siente tu maldita libertad”, gritó Smith a modo de exorcismo colectivo, casi al final de la canción, en uno de los momentos más emotivos de la noche. “El pueblo unido jamás será vencido”, fue la respuesta espontánea del público para sorpresa de la banda de acompañamiento comandada por el histórico Lenny Kaye, socio desde hace décadas de la también escritora.

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Los covers de la noche, rúbrica característica en su trayectoria, corrieron por cuenta de Midnight Oil, The Rolling Stones, Lou Reed y Neil Young, con Beds Are Burning, I’m Free, Take a walk on the wild side y After the Gold Rush, respectivamente. Sin embargo, la reversión que será recordada por los cerca de 4 mil asistentes que llegaron al recinto de San Diego fue la que reservó para el cierre del show.

Mención aparte merece Gloria, original de Van Morrison que Smith hizo propia en 1975 y que se escuchó como un mantra antes de su primer abandono del escenario, al que regresó para dirigir los coros de People Have the Power.

Cuando el show se extinguía vino la sorpresa: su versión para My Generation de The Who, otro himno del Proto-punk que no interpretaba en vivo desde 2016 y que terminó con la autora cortando las cuerdas de su guitarra eléctrica en medio de un trance sonoro, con alaridos del público actuando como acelerantes y las primeras filas hipnotizadas por la intervención.

En medio de un concierto donde las alusiones a las movilizaciones del “Chile Despertó” fueron extendidas y explícitas, la decisión de la voz de Because the night (otra cúspide del show) no fue al azar y el público así lo constató. “¡Sean fuertes, sean fuertes y no se rindan!”, gritó Patti Smith por última vez antes de desaparecer del escenario a sus 72 años, en uno de los debuts en vivo más electrizantes de la temporada.

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