Anoche, en el Estadio Nacional, Shakira se reencontró con el público chileno en un concierto que no estuvo exento de polémica. Problemas de sonido al inicio del show, que a ratos volvieron imperceptible la voz de la colombiana, ensombrecieron un espectáculo que repasó las canciones de su último disco El Dorado, pero también clásicos insignes de su repertorio.

Si bien lo anterior no fue una constante, la barranquillera tuvo un breve espacio para recordar algunos de sus primeros hits radiales, sobretodo los que la catapultaron a fines de los noventa como una estrella continental del pop.

El primer guiño al pasado ocurrió en su arribo al escenario, con un medley de Estoy aquí y ¿Dónde estás corazón?, canciones que motivaron un multitudinario y espontáneo coro entre los más de 45 mil asistentes.

Casi de inmediato, vino un recuerdo desde la fibra de sus fans: Si te vas, canción que a 20 años de su publicación original se enmarca como uno de los himnos del repertorio de Shakira.

Sin embargo, uno de los momentos que más goce generó entre los admiradores de la primera etapa de la cantante llegó con Inevitable, pieza que se animó a cantar (por única vez en todo el show) con una guitarra colgada al hombro.

Acompañada al principio sólo por un piano, la alguna vez concursante del Festival de Viña del Mar rememoró sus inicios con una de sus baladas insignes: , que entre arreglos de violines enmarcó como una de las postales románticas de la noche.

La canción que selló el acotado lapsus de nostalgia de El Dorado World Tour fue una de las más queridas entre sus fans: Antología, que la colombiana interpretó desde la pasarela que conectó el escenario con las primeras filas. Allí, Shakira se hizo acompañar sólo de tres músicos en una de las secuencias “íntimas” de la jornada, en su mayoría dedicada a sus mediáticas colaboraciones (Maluma, Nicky Jam, Alejandro Sanz, Carlos Vives) y los hits que internacionalizaron su carrera.