Zavasabel de Fernando Ayala: Novela sobre Yugoslavia, Polonia y Chile en los 80

Fernando Ayala (Antofagasta, 1952), diplomático, académico y analista internacional, entrega una novela donde una pareja de periodistas debe trasladarse y vivir en tres países particularmente convulsos la década de los 80.

Zavasabel

Mladen es un joven yugoslavo, con raíces croatas y serbias. Darya es una francesa-siria, cuyos padres escaparon de la dictadura del Sha de Irán, que pronto empeorará con su caída. Pronto se convierten en pareja, en una atracción mutua donde sus respectivos trabajos, las ansias por saber, la curiosidad y el informar son un buen estímulo.

La muerte de Tito en Yugoslavia (hoy Serbia, Croacia, Eslovenos, Macedonia, Bosnia-Herzegovina y Montenegro) genera una gran incertidumbre en Occidente sobre el futuro de ese país, donde las diferencias históricas, económicas, culturales, religiosas y de poder hacen presagiar un conflicto. Entonces, ante la ausencia del gran líder, empiezan a aflorar fuertes nacionalismos. A lo anterior, se agregan los voraces apetitos de países occidentales.

“En todo caso, entre más escuchaba discursos nacionalistas, del lado que fuera, más yugoslavo me sentía.” (p 101)

En Polonia el movimiento obrero portuario pone en jaque al régimen comunista. Surge la figura de Lech Walesa, un sindicalista directo, casi simple y carismático que pone en cuestión quién representa al pueblo y a los trabajadores. En forma paralela, está el papa Juan Pablo II, un polaco conservador y decididamente anticomunista.

Por último, en Chile está la dictadura encabezada por Augusto Pinochet. En el futuro cercano se realizará un plebiscito diseñado para prolongar el gobierno por 8 años más. Pero las movilizaciones internas como las presiones internacionales hacen pensar que el plan puede salirse de sus cauces.

Darya y Madlen lograrán, por sus trabajos, características, experiencias y conocimientos, estar en estos tres países en momentos que fueron claves para occidente.

“El nacionalismo es una enfermedad atroz y en Europa siempre ha estado presente. Creo que el caso croata obedece a que quisieron mantener su identidad católica cuando en Imperio Otomano comenzó a expandirse. Una manera de protegerse fue acentuar el ethos de comunidad. Durante 400 años en Serbia se incorporaron palabras turcas y permearon su lengua y de cierta manera su cultura e identidad.” (p 79)

Diplomático de experiencia

Fernando Ayala es un diplomático con una amplia carrera. Antes, estudió un año historia en la Universidad de Chile y se tituló de economista en la Universidad de Zagreb, República de Croacia, ex Yugoslavia.

En su largo currículo, entre otras funciones diplomáticas, figura el haber sido embajador en Vietnam, Portugal, Trinidad y Tobago e Italia.

Esta experiencia, esta mirada amplia y, hasta cierto punto, desapegada, le permiten entregar un panorama general bastante completo de lo que sucedía en ese período en esos países y en occidente.

Una mirada para el presente

“-Sí; lo que me he preguntado muchas veces es cómo el pueblo alemán, que ha dado tantos filósofos, músicos, científicos, poetas, artistas, pudo haber llegado a engendrar un monstruo y un sistema que fue apoyado por millones de persona -señaló Mladen.
–Mira Italia, con toda su milenaria cultura, tuvo a Mussolini… No fueron solo los millones de judíos asesinados, sino también patriotas polacos, gitanos, sacerdotes, comunistas, miembros de la resistencia, homosexuales, enfermos, discapacitados, el horror máximo. Y niños, tantos niños -agregó Darya.” (p 110)

Zavasabel es un libro extenso, que va describiendo, a través de descripciones y, en especial, de los diversos diálogos, las diversas situaciones sociales, culturales y políticas de Yugoslavia, Polonia y Chile.

A través de esos diálogos queda clara la postura de los protagonistas como del autor, asociadas a y temas como la democracia, la libertad de prensa y el respeto a los Derechos Humanos, entre otros.

Lo anterior no impide que existan matices, que aparezcan diversas posturas en pugna. O dificultades y trabas para desarrollar procesos de manera menos traumática. Así, aparecen, por ejemplo, posturas nacionalistas serbias y croatas, de comunistas muy alineados a sus gobiernos como otros más críticos y abiertos a ver la realidad sin tanta rigidez. Esta diversidad permite entender momentos álgidos donde las tensiones, muchas veces, están latentes, explotan en incidentes puntuales mientras gran parte de la población las vive y sufre… mientras se avanza hacia situaciones extremas y fuertes cambios.

Los diálogos, las descripciones, son claras, a veces muy lineales. Son descriptivos, no ahorran elementos explicativos para que, quienes no conocen los hechos, tengan la información suficiente para comprenderlos bien.

“El pasado no ha terminado, no se ha cerrado, las frustraciones, penas, y dolores continúan traspasándose de generación en generación.” (p 170)

Zavasabel, de Fernando Ayala, es un buen libro para comprender los sucesos de los años 80 en Yugoslavia, Polonia y Chile. Su afán descriptivo, pedagógico, de explicitar de manera clara las posturas de los dos protagonistas pueden resultar un tanto agotador. Sin embargo, es muy interesante ver desde lógicas internas, cotidianas, como situaciones extremas -como son las dictaduras- se viven, se toleran, incluso viendo cómo se transita a periodos que pueden ser muy traumáticos.

Zavasabel

Fernando Ayala
Editorial Renacimiento
Sevilla, España
2025