Hermosas ilustraciones, el resplandor de los diálogos; Pablo, un niño con síndrome de Down, Vincent van Gogh y muchos colores van configurando un libro para leer con cariño y sincera emoción. Un libro para aprender a comunicarnos. Da lo mismo la edad. Siempre hay tiempo.

Por Marcel Socías Montofré

Se disfruta hasta el aroma de las páginas. Huele a libro nuevo, pero también a flores, a un sueño que proponen en 43 páginas -breve, pero profundo-, Roberto Fuentes y Carlos Denis (Editorial Zig-Zag, 2023).

Hermoso por donde se le mire y lea.

Por lo original también. No es el Vincent van Gogh atormentado de siempre. Ni es la aproximación usual a conversar acerca del síndrome de Down.

Más bien es un lindo sueño de inclusión.

Como se propone desde la contraportada: “En un emotivo encuentro, lleno de sensibilidad y de magia, Pablo y Vincent intercambian opiniones diversas sobre el arte y la imaginación, y ambos aprenden a valorar aquello que los hace únicos y diferentes”.

La noche estrellada

Tal como dice el propio Pablo, en el mundo real, el síndrome de Down a veces me “congela el cerebro, no encuentro las palabras”.

“Pero en sueños es capaz de viajar en el tiempo y el espacio, en esta ocasión al momento justo en que Vincent van Gogh está pintando su famosa obra: La noche estrellada”.

Así comienza el viaje por ilustraciones perfectamente alineadas con el texto y La noche estrellada; breves y simples, delicadas como expresar las emociones, pasando página por página una suave comunicación.

Como en la página 33:

“El niño empieza a bailar y el pintor ríe.
– No hay música-, dice el pintor.
– Tienes que imaginártela-, dice el niño.
El pintor cierra los ojos, abre los brazos y empieza a danzar también. Por ahí se topan, se ríen y siguen bailando como si fuese un rito ancestral”.

Efectos de un libro

Tan hermoso como hablar del asteroide B 612 de Saint-Exupéry. Con la misma ternura que permite la lectura para todas las edades. No es sólo un libro para niños. Es un libro para recuperar a nuestro niño interno.

Para volver a comunicarnos.

Con una mirada en presente, con visión inclusiva y un texto que recupera el amor al arte, la literatura, la música, el respeto y la imaginación bien redactada –como en el libro-, con una sincronía de colores que relajan, como ocurre con sus ilustraciones.
Por eso da gusto recomendarlo. Para leerlo y también usarlo. Un libro para practicar la empatía.

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Como en la página 35:

“- Mi papá tiene razón-, dice el niño.
El pintor detiene su baile y camina hacia él.
– ¿En qué tiene razón?
– Dice que los artistas son artesanos del vacío.
– Suena bonito, pero no lo entiendo.
– Mira las estrellas que dibujaste, el pueblo, los cerros, el árbol.
– Lo veo.
– Ahora fíjate en el espacio que hay entre todo eso.
– Hacerlo es parte importante de mi trabajo.
– Papá dice que ahí está el arte, en ese espacio, aquello que se puede sentir: el vacío”.

Un libro para disfrutarlo más de una vez. Ojalá toda la vida. Desde el principio como el Tao y hasta el final. Página por página. Como todo sueño cariñosamente ilustrado y también ilustrativo.

Portada
Editorial Zig-Zag

Soñando con Vincent

Roberto Fuentes-Carlos Denis.
Editorial Zig-Zag.

2023.