El libro de Isabel Bustos relata la historia de una niña que quedó huérfana al nacer (su padre desapareció antes) que vive en la ladera de un cerro, en Villa Prat. Tiene once años y es tan buena como distraída. Una vida simple en un caserío perdido en el año 1986, donde casi no llega locomoción y menos turistas, hasta que Jeidi queda embarazada… siendo virgen.

Jeidi es un relato sensible, lleno de observaciones que van creando un mundo que, aparentemente, ya no existe, de personas sencillas que se aferran a sus creencias y supersticiones, que no reniegan de sus debilidades. Un mundo donde todos existen, saben de los otros, de sus fortalezas y debilidades. Pero donde todos son víctimas del abandono, del olvido y, en buena medida, de la ignorancia, porque son un villorrio perdido que a nadie importa.

Jeidi (por Heidi, la niñita que vivía sola con su abuelo en los Alpes Suizos) es un relato emotivo, que muestra una ingenuidad conmovedora. Con humor (y aunque cae en algunas caricaturas innecesarias), va mostrando ese universo perdido en el tiempo y el espacio, en esa quietud rural donde ni siquiera la dictadura está presente.

Isabel Bustos logra delinear de buena manera un grupo interesante y diverso de personajes que van mostrando este mundo surrealista (más que mágico), donde los miedos y la precariedad son amenazas permanentes.

Al final, queda un sabor a ternura y a melancolía por un Chile que ya no existe.

Jeidi, Isabel M. Bustos, Libros del Laurel (c)
Jeidi, Isabel M. Bustos, Libros del Laurel (c)

Jeidi
Isabel M. Bustos
Libros del Laurel
Santiago de Chile, julio de 2017