"Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile" muestra la historia del enclave alemán con mucho material inédito de archivo. Sin embargo, la falta de análisis y de una postura clara de sus realizadores, deja más preguntas que certezas. Y, posiblemente, víctimas revictimizadas.

Después de la ficción Colonia, la obra de teatro Baviera y del documental Cantos de represión, entre otros, hace algunos meses está en la plataforma Netflix esta serie documental sobre Colonia Dignidad. Con gran cantidad y sorprendente material de archivo del propio enclave, “Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile” muestra el caso de esta comunidad religiosa creada por un pederasta.

La complejidad de la historia, como de su principal impulsor, Paul Schäfer, los contextos históricos como de los mecanismos usados por su líder, hacen muy difícil que cualquier abordaje de este tema no sea parcial, incompleto y, por lo mismo, injusto.

Pareciera que es un tema sin fin, como los traumas de sus habitantes, de los que fueron torturados ahí y de los familiares de los detenidos desaparecidos que pasaron por ahíque desaparecieron ahí.

La serie, de seis capítulos de casi una hora cada uno, muestra los inicios de Paul Schäfer en Alemania. Allí, funda una primera comunidad cristiana, en plena post guerra. Un momento complejo donde la gente busca certezas, creer. Schäfer se presenta como un carismático elegido de Dios. Pero, cuando se empieza a consolidar, Schäfer debe escapar tras ser acusado de abusos sexuales a menores. De Pederastía.

Luego vino la búsqueda de un lugar donde escapar de la justicia alemana, a través de su comunidad. Sus contactos con Chile y su arribo al país, entonces, se explican en el post terremoto de Valdivia, en 1960. Ya en el sur, se instaló cerca de Parral y entabló vínculos con los vecinos de los entornos, se relacionó con Patria y Libertad y los militares antes del Golpe de Estado.

Después aconteció el uso de Colonia Dignidad como centro clandestino de detención, tortura, asesinato y desaparición de opositores; su rol durante las graves tensiones entre Chile y Argentina en 1978, que casi desencadenan una guerra; la fabricación de armas y contrabando de armas; la llegada de la democracia; la decadencia; las acusaciones de abusos sexuales contra Paul Schäfer; su escape a Argentina; su detención, juicio y condena.

Virtudes carencias

La mayor virtud de Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile es la gran cantidad de material de archivo que muestra. Es, en su gran mayoría, material creado durante todos esos años por la propia Colonia desde sus orígenes en Alemania. Un material -filmaciones, audios, fotografías- que responden a una de las obsesiones de su líder: registrar y tener material para las comunicaciones, para hacer difusión y publicidad.

Son imágenes que muestra todo lo público: los colonos trabajando, cultivando, cosechando, construyendo, cocinando, haciendo cercos, participando en actividades. Rezando, escuchando sermones de su líder. En casi todo, porque evita las cámaras, Schäfer aparece poco. Y hay toda una gran y siniestra parte oculta: la de los detenidos desaparecidos, de los abusos sexuales contra niños -chilenos y alemanes- y los diversos castigos y torturas a los colonos y niños chilenos rebeldes.

Castigos físicos por cuestionar a Schäfer, por mirar a una persona del otro sexo, porque una madre o un padre se acercó a uno de sus hijos. Y todo lo que pudiera poner en cuestión a esta colonia que funcionaba como secta.

Esta parte “oculta”, esa que tantos no quisieron ver, aparece en los testimonios. Testimonios de golpes, de abusos, de torturas con aplicación de electricidad. Y con la utilización de electroshock para hacer olvidar. Lo mismo ocurre con los lugares y sótanos donde enterraron cadáveres de opositores, entre otros.

Otro mérito de la serie es entregar una mirada histórica estructurada, clara. Finalmente, resulta interesante ver a muchos y muy diversos involucrados, incluyendo víctimas chilenas como alemanas. Personas que jugaron distintos roles en la Colonia. Y tantos más, como la hermana de Juan Maino (detenido desaparecido), el detective que lideró durante años la búsqueda del jerarca, o el abogado que, junto a una periodista, dan con él en Argentina.

Carencias

Las deficiencias, carencias o errores de Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile están, en parte, contenidas en las críticas realizadas por la Agrupación de Exniños Chilenos Víctimas de Colonia Dignidad.

Se cuestiona que aparecen más victimarios que víctimas. Que éstas tienen poca voz, que no se muestran los traumas que aún los acompañan. También sucede que no queda claro el rol que cada persona entrevistada tuvo, más allá de algunas funciones concretas. Por ejemplo, si fueron informantes de Schäfer.

Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile no distingue de manera clara víctimas de victimarios. Menos a víctimas-victimarios, que son posiblemente los más, ni las proporciones de estos polos en cada uno.

Por último, hay un uso de imágenes subjetivas y de música que estimula el suspenso, la tensión, al estilo “película de terror”. Algo innecesario. No aportan nada. Son elementos que, en definitiva, distraen y ponen una subjetividad que distrae en situaciones concretas, duras, descarnadas a ratos.

Falta de análisis

Ante la gran cantidad de material de archivo, de entrevistas realizadas en la actualidad a muchos involucrados y de tiempo (más de 5 horas), falta análisis. Sólo quedan los testimonios. No hay un análisis sobre el modo de operar, de controlar, de someter, de manipular de Paul Scháfer. Qué hacía él para sumar a vecinos y, en especial, a autoridades nacionales y de la zona. Carabineros, jueces, militares, políticos. Cuál era su estructura de poder, de control, quiénes eran sus cómplices conscientes.

En Colonia Dignidad hubo muchos detenidos, torturados. Se habla de cientos. Y de decenas a cientos de asesinados. Uno de los excolonos calcula, en su testimonio, que pudieron ser entre 40 y 80. Esas cifras hacen pensar en muchas personas involucradas, no sólo trasladando a los detenidos. También asistiéndolos, torturando, asesinando, enterrando, haciendo desaparecer sus cuerpos. Silenciando y ocultando los hechos. Nada de eso hay en la serie.

Tampoco indaga en los efectos sobre los colonos y chilenos que vivieron en Colonia Dignidad. Sobre sus traumas. Cómo efacta hoy a quienes son conscientes de lo que hicieron, en nombre de Dios. Cómo conviven con sus condiciones de víctimas y victimarios. Cómo logran vivir hoy en Villa Baviera (el nombre actual de la antigua Colonia Dignidad) víctimas con victimarios, personas que detestan a Schäfer con otras que aún lo admiran.

Imágenes del documental "Colonia Dignidad"
German Settlers | Netflix

¿Cuál ha sido en este caso el rol de la Embajada de Alemania? ¿Su actuar ha sido consecuencia de su política exterior o responde a otros criterios en este caso? Las preguntas son muchas y el documental, si bien no puede responderlas todas, deja demasiados cabos sueltos.

Un deber

Ver Colonia Dignidad: una secta alemana en Chile es una buena oportunidad de saber más sobre ese oscuro lugar. También creo que es un deber, para saber más de estas sectas, de estos psicópatas. De nuestra historia, de negligencias, de tráficos de poder.

Para saber más, es interesante ver el documental Cantos de represión. Son testimonios de los actuales habitantes de Villa Baviera. A través de ellos se pueden vislumbrar el horror, el miedo, la negación. Las distintas formas y estrategias que tuvieron las personas para adaptarse o sobrevivir. Algunos ciegos por sus creencias o por conveniencia, otros lúcidos.

También aquellos que nacieron en ese ambiente tortuoso y vivieron siempre convencidos que ese era el Paraíso y que el resto era el Infierno. Que Paul Schäfer era un iluminado, un enviado de Dios, la Verdad, así, con mayúsculas. La destrucción sistemática de seres humanos para satisfacer los deseos de un ser perverso.

También es interesante ver El bosque de Karadima, la ficción de Matías Lira basada en el caso del abusador sexual Fernando Karadima. Esta película permite entender el mecanismo utilizado por el fallecido sacerdote. Un mecanismo basada en cinismos, manipulaciones y engaños, usando la religión, a Jesús, a Dios. Y en buscar a jóvenes vulnerables.