La película “Trastornos del sueño” se estrenó en salas el 18 de octubre de 2018. El 18 de octubre de 2019, fue el “estallido social”. Este 18 de octubre de 2020, la película se estrenará en la plataforma gratuita Ondamedia. Dos coincidencias que calzan perfecto con el tema central de la cinta.

“Trastornos del sueño”, de Sofía Gómez y Camilo Becerra, es una película dura, con escena de sexo fuerte. Es una mirada descarnada sobre la violencia de ese mundo sin esperanza que nos rodea y no vemos. O no queremos o no queríamos ver.

Joel trabaja en un edificio haciendo aseo y vive con su madre y su abuela -con demencia senil, sin posibilidades de cuidado- en una vivienda social poco acogedora. En su vida, nada tiene sentido. Es una suerte de sonámbulo. Al ser despedido, pareciera que todo sigue igual en él. Pero acumula rabia.

“No tengo recuerdos buenos, sólo cuando estaba embarazada”, dice la madre de Joel.

“Trastornos del sueño” muestra esas frustraciones de generaciones que también son violencias. Violencia también hacia el hijo, en este caso, que para la madre sólo fue promesa. Esa violencia, sumada a las de empleadores y tantas más, hacen de Joel una persona donde hay poco espacios para los sentimientos. Así, deambula entre la depresión, la desconexión y lo psicopático.

La película está realizada casi sin actores profesionales (destaca David Hernández en el rol protagónico), ni búsqueda de encuadres bellos o secuencias limpias. Más bien se acerca a la docu-ficción, más acorde al tema. La imagen refuerza la idea de precariedad, de agobio, de falta de “belleza”.

En estos tiempos de pandemia y encierro, en la que se han evidenciado y acentuado las precariedades de muchos, “Trastornos del sueño” mostró y muestra las razones para esa otra pandemia: la de enfermedades mentales que nos aquejan, esas con las que convivimos mal, con altos costos para nuestra calidad de vida.

“Trastornos del sueño” nos muestra las precariedades, la falta de anhelos, de esperanzas, las violencias hacia las personas que no son vistas y que pareciera que no existen, y que sin embargo, son conserjes, personal de aseo y guardias de seguridad.