La Asociación Nacional de Funcionarias/as de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes (Anfucultura), en declaración pública, cuestiona el que se enteraran del plan de apoyo del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (Mincap) al mundo de la Cultura ante la crisis sanitaria “a través de comunicados de prensa y conversaciones en el comité de emergencia ministerial entre el Jefe Superior del Servicio y las Organizaciones de trabajadores de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, que solicitamos para enfrentar el brote de COVID 19.”

Anfucultura critica los bajos montos destinados a Cultura (0,4% del presupuesto del gobierno frente al 2,2% que aporta al PIB), el plan del Mincap, “que en lo concreto se trata de una reorientación de presupuesto ya existente y no en la inyección de más recursos a las exiguas arcas fiscales de cultura” y “los propios límites del Estado subsidiario, sumado a un gobierno que aprovecha la crisis sanitaria y la “cuarentena” del movimiento social para avanzar en su agenda de precarización neoliberal”.

Comunicado Público: Coronavirus y la crisis del campo Cultural

En relación al anuncio hecho por la Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés CH. de disponer de $15 mil millones de apoyo para artistas y organizaciones en el marco de la crisis sanitaria, declaramos:

1. El estallido y revolución social vivida a partir del 18 de octubre, cuestionó, entre otros ámbitos, el rol del Estado Subsidiario. Para las políticas públicas en cultura, este rol se ha expresado en un sistema de fondos concursables que sólo cubre el 20% de la demanda de proyectos culturales en el país, dado que el Estado chileno no invierte más del 0,4% del presupuesto público en cultura, algo así como $11.000 de gasto público anual por habitante.

2. A pesar de esta realidad, el campo cultural aporta cerca de un 2,2% del PIB de la nación, aun cuando posee una fuerza de trabajo altamente precarizada. Como han demostrado innumerables estudios, las/os trabajadoras/es de la cultura desarrollan su vida laboral en condiciones de informalidad y/o con contratos y prestaciones precarizadas, sin seguridad social, debiendo complementar sus ingresos con otros empleos no relacionadas al sector, a pesar de tener una de las tasas de profesionalización más altas del país.

3. Esta precariedad estructural, de sobrevivencia, se ha profundizado drásticamente, con consecuencias aún insospechadas en el actual escenario de pandemia de Coronavirus, crisis sanitaria y aislamiento social, donde miles de trabajadores, colectivos y centros culturales dejan de recibir ingresos, sea en actividades de formación o producción cultural, circulación, exhibición, restauración o venta de sus obras.

4. Dado lo anterior, el anuncio señalado levanta amplias expectativas para estas/os trabajadoras/es, tanto de cobertura de las posibles medidas de apoyo, como respecto de la participación de los actores organizados de las diferentes disciplinas artístico-culturales en la reorientación de la política pública. Los funcionarios y servidores públicos nos sumamos a esta demanda de participación vinculante con nuestra experiencia y conocimiento de la administración pública en el diseño de esta medida, de la cual poco o nada conocemos hasta el momento, salvo a través de comunicados de prensa y conversaciones en el comité de emergencia ministerial entre el Jefe Superior del Servicio y las Organizaciones de trabajadores de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes, que solicitamos para enfrentar el brote de COVID 19.

5. El tratamiento de esta crisis estructural no encontrará una solución sostenible en el tiempo con la medida anunciada, que en lo concreto se trata de una reorientación de presupuesto ya existente y no en la inyección de más recursos a las exiguas arcas fiscales de cultura. Un enfoque inter sectorial, con la participación de organismos y servicios públicos como el Ministerio de Desarrollo Social y la CORFO, por citar algunos, podría ser un camino adecuado para la búsqueda de soluciones integrales que permitan dar cuenta de la dimensión social del verdadero drama humano de paro forzado que experimentan ya miles de familias donde su sustento, depende de trabajadoras/es de las culturas, las artes y el patrimonio.

6. Sin embargo, los propios límites del Estado subsidiario, sumado a un gobierno que aprovecha la crisis sanitaria y la “cuarentena” del movimiento social para avanzar en su agenda de precarización neoliberal de la vida con los proyectos de ley de teletrabajo (ya aprobado con votos de la oposición), uso del seguro de cesantía en circunstancia excepcionales y el dictamen de la dirección del trabajo, que exime a los empleadores privados de pago de sueldos a los empleados que no puedan trabajar por emergencia sanitaria, son la verdadera catástrofe para los miles de familias que nos mantenemos en nuestros hogares en cuarentena.

7. Dado todo lo anterior, hacemos un llamado extenso a los actores de los diferentes dominios del campo cultural, tanto del Estado como de la sociedad civil, a rechazar esta nueva ofensiva de precarización de la vida que impulsa S. Piñera, que mientras carga los costos de la crisis a las/os trabajadoras/es, derrocha recursos fiscales en millonarios arriendos de espacios privados, en vez de fortalecer la red pública de salud para enfrentar la emergencia sanitaria. Por último, los invitamos a enfrentar con diálogo y unidad los impactos de la crisis actual, buscando la reorientación de las políticas públicas de cultura que no sólo permitan enfrentar este momento, sino, además, poner en el centro de la sociedad el fenómeno cultural como factor de desarrollo sostenible, cuestión más vigente que nunca en el actual escenario de agotamiento del modelo neoliberal en Chile.

Directorio Nacional ANFUCULTURA.

Asociación Nacional de Funcionarias/as de la Subsecretaría de las Culturas y las Artes

27 de marzo de 2020