De nuevo la polémica envuelve el trabajo musical de Alejandro Fernández, el destacado intérprete mexicano que ahora hizo noticia por lucir aparentemente ebrio durante un concierto en la Feria de Querétaro, en su país natal.

La secuencia -que se viralizó por internet- lo muestra visiblemente desestabilizado, y contándole al público que necesitaba “un traguito” para continuar con el show. El juego etílico se dio antes de una de sus canciones, la cual terminó desviando la atención del público aunque sólo por algunos instantes. El revuelo vino después, con la grabación del suceso y su posterior difusión en la web.

Lo que preocupa a parte de su fanaticada es que este no es un hecho aislado: a principios de mayo de este año, otro viral denunciaba una actitud similar en Puebla, México, pero esa vez mucho más afectado por los efectos del alcohol. La excusa del cantante fue haber ingerido durante el recital un vaso con alcohol que le había obsequiado el público.

Justo antes del brindis en Querétaro, Fernandez confesó que iba a beber para combatir el “putero frío”, aunque apenas es descifrable su verborrea. En una parte de la secuencia intenta decir: “Me voy a calentar con un traguito”, para luego levantar el vaso y brindar con un “salud”.

Al parecer, con el exabrupto a cuestas y el bebestible ya ingerido, Fernández vio venir las repercusiones de su actuación y le declaró a los espectadores: “No quiero que esto salga mañana en las noticias”. A días del concierto, el mexicano aún no se ha referido, a pesar que ocurrió justamente lo contrario a su deseo: su performance fue reproducida por los principales noticieros locales al día siguiente.