Un nuevo derrame de hidrocarburos tuvo lugar en el terminal multicrudo de Quintero, obligando a suspender operaciones y activar este domingo un plan de contingencia para evaluar los daños y aislarlos del medioambiente.

Según establece la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP), el accidente se registró ayer sábado, cuando cerca de las 13 horas se optó por interrumpir la descarga de combustible desde el buque tanque Ikaros, debido al sistema frontal que afectaba la zona.

Sin embargo este domingo cuando se realizó la inspección de seguridad previa a reanudar faenas, se detectó que la línea de flexible submarino se había desprendido de su ubicación normal, derramando aceite decantado (Slurry Oil) sobre el fondo marino, indica la empresa en un comunicado.

Tras informar a las autoridades, se realizaron sobrevuelos que descartaron la presencia de combustible en el mar o zonas costeras, disponiéndose al mismo tiempo que equipos especializados trabajaran en la remoción y limpieza del derrame.

Además, indica ENAP, se contrató a la empresa IAL Ambiental para que realice un monitoreo para descartar que se haya visto afectado el medioambiente, además de trabajar en esta labor de vigilancia junto a pescadores de la zona a través del programa conjunto “Bomberos del Mar”, establece el texto.

Investigación por parte de la Armada

Respecto de esta situación, el capitán de puerto, Sebastián Sepúlveda, alertó que en horas de la mañana del sábado ya se había dado aviso especial por malas condiciones de clima a todos los operadores marítimos y naves de la bahía, por lo que indicó a Radio Bío Bío que se deberá determinar la responsabilidad de quienes decidieron continuar faenas pese a este aviso, para lo cual ya se instruyó una investigación por parte de la Armada.

Para este lunes a primera hora, en tanto, se coordinó por parte de la Armada el inicio de labores tendientes a monitorear el comportamiento del producto con un nuevo sobrevuelo por la zona.

La situación trae a la memoria el triste episodio ocurrido en septiembre de 2014, cuando casi 40 mil litros de petróleo cayeron al mar y playas de Quintero, afectando tanto la flora y fauna del sector, como las actividades de pesca, gastronómicas y comerciales de los habitantes de la ciudad.