Cuatro personas murieron y otras 20 resultaron heridas, dos de ellas gravemente, en un atentado este sábado en una conocida calle del centro de Estambul, declaró a la prensa el gobernador de la mayor ciudad turca, Vasip Sahin.

Es un atentado suicida, un ataque terrorista“, afirmó y precisó que el kamikaze también murió.

El anterior balance oficial era de tres muertos además del autor.

El ataque se registró frente a un centro comercial de la gran arteria peatonal Istiklal, en la orilla europea de Estambul, por la que pasan cada día cientos de miles de personas y numerosos turistas.

Según Sahin, el objetivo era un edificio oficial situado a proximidad, “la subprefectura del barrio de Beyoglu“.

La calle Istiklal fue evacuada después del atentado, así como buena parte de la plaza Taksim situada a proximidad, según periodistas de la AFP en el lugar. Un helicóptero de la policía sobrevolaba la zona, donde estaban posicionados numerosos policías con armas en la mano.

Turquía se halla en alerta reforzada desde el año pasado, después de una serie de mortíferos atentados atribuidos a los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) o a los rebeldes del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que reanudaron sus enfrentamientos con las fuerzas de seguridad turcas.

El pasado domingo, un atentado con coche bomba contra una parada de autobús se cobró 35 vidas en el centro de la capital turca. El 17 de febrero, una acción similar dejó 29 muertos en el mismo corazón de Ankara.

Estos dos ataques fueron reivindicados por un grupo radical kurdo cercano al PKK, los Halcones de la Libertad del Kurdistán (TAK).

El movimiento, que prometió continuar sus ataques contra el Estado turco, afirmó que actuaba en respuesta a las operaciones de las fuerzas turcas en varias ciudades kurdas del sureste del país, donde los kurdos habían proclamado su “autonomía”. Estas intervenciones dejaron decenas de civiles muertos.