Desde Santiago, Madelaine Urra nos envía este video y la siguiente descripción:
Cuando salía de la estación de Metro Santa Lucía la noche del jueves 14 de enero, me quedé contemplando a esta abuelita, mi corazón se conmovía pero a la vez tenía sentimientos encontrados de verla tocando su flauta a estas horas de la noche.
Tenía su bolsita en el suelo y creo que muchos -al igual que yo- dejaron su monedita para colaborar, quizás por respeto a la edad o por no entender que trabajara siendo que debería estar en su casa descansando o tomando un té con su familia.
Al verla, no me quedé tranquila y me acerqué a hablarle, la abuelita emocionada me daba las gracias por escuchar su melodía, me contaba que fue maestra de música y que vive con su hermano que está enfermo, por lo que debe cuidarlo durante el día y por las tardes sale a tocar su flauta en el metro, ya que la pensión no le alcanza para comprar remedios y tener un buen pasar.
También, me contó que la primera vez que tuvo que hacer esto le dio mucha vergüenza pero que debió dejar este estado a un lado y seguir.
Tras esta situación, me pregunto qué pasa en este país, muchos abuelitos ganan muy poco de pensión y con las enfermedades que tienen se gastan hasta el último peso en remedios. Mi corazón se conmovía ante esta situación, le di muchos abrazos a la abuelita porque era tan dulce y tenía una mirada de humildad y agradecimiento, mientras yo tenía un nudo en mi garganta.
Ella necesita ayuda, sé que a nadie le sobra el dinero pero peso a peso se puede juntar y así ayudar a esta abuelita.