El empresario de eventos, Ricardo Rojas Santander, denunció que compró un pasaje a la aerolínea LAN en el trayecto Santiago-La Serena, realizando las gestiones pertinentes para estar acompañado por su perro de respuesta.

Rojas presenta principio de epilepsia y ansiedad crónica, provocándole crisis en situaciones de estrés, lo que es considerado médicamente como una discapacidad.

Por esta razón, se sometió a un tratamiento compensatorio en Estados Unidos, en donde se le indicó como parte de este proceso, la necesidad de contar con un perro de asistencia emocional, cuya compañía le permite realizar sus actividades cotidianas sin mayores dificultades.

Según un comunicado enviado por la Corporación de Asistencia Judicial, LAN se negó a transportar al animal argumentando que los perros de asistencia emocional sólo aplican para EE.UU. y México.

Por esta razón, Rojas basado en la Ley Zamudio y patrocinado por la Corporación de Asistencia Judicial Metropolitana, interpuso una acción de no discriminación en contra de LAN, acusando a la empresa de haber ejercido actos discriminatorios vulnerando con ello sus derechos fundamentales.

La demanda contempla que para LAN el transporte de perros de asistencia emocional se concibe como un servicio, pero que constituye un derecho de las personas con discapacidad, que requieren de un perro de asistencia para obtener plena autonomía.

Paulo Quezada, director general de la Corporación de Asistencia Judicial Metropolitana, señala que la demanda contra LAN es una doble discriminación hacia una persona con discapacidad que requiere de su perro de asistencia para su salud y dirigida también a los clientes de algunos países que solamente pueden acceder a este derecho.