La política de migración en la Unión Europea “es un fracaso” frente al desastre humanitario que causan las guerras iniciadas por Occidente, afirmó este miércoles en Buenos Aires el exjuez español Baltasar Garzón.

“Es evidente el fracaso de la política migratoria de Europa. Y la solución no debe ser militar nunca. La solución es atender al fondo del problema”, dijo a la AFP el exjuez de la Audiencia Nacional española, presidente de la Fundación Jurisdicción Universal, cuyo congreso sesiona en la capital argentina.

Al hablar luego ante casi un millar de militantes y funcionarios en el Teatro Cervantes, una de las mayores salas de espectáculos de la ciudad, Garzón se refirió a la actual “crisis humanitaria en Europa”.

“¿Con qué derecho sufrimos esas corrientes migratorias de los que vienen de un conflicto que ha sido armado por Occidente, por la ineficacia de Estados Unidos y la Unión Europea (UE)”, afirmó el exmagistrado, el mayor impulsor de un fuero universal en los casos de negación de justicia en un país por violaciones a los derechos humanos.

La guerra civil en Siria se inició a principios de 2011 cuando potencias occidentales respaldaron a los rebeldes en su afán por derrocar al presidente Bashar Al Asad. El manejo externo del conflicto luego se descontroló.

La Comisión Europea llamó a sus países este miércoles a repartirse unos 160.000 refugiados, frente una crisis derivada de un desastre humanitario en naciones como Siria, Afganistán e Irak.

Casi medio millón de refugiados llegaron a la UE desde principios de año.

Italia, Grecia y ultimamente Hungría están desbordados por la llegada masiva de migrantes. Llueven las solicitudes de asilo, en medio de caóticas escenas en fronteras, estaciones de transporte y centros de refugiados.

El mundo ha quedado impactado con las imágenes del cuerpo sin vida del niño sirio de tres años Aylan Kurdi en una playa turca. Otros casos desesperantes no lograron ser tan visibles pero ocurren a diario.

Frente al llamado “caos sirio”, las potencias occidentales, Rusia e Irán no logran ponerse de acuerdo pese a tener como enemigo común al grupo integrista Estado Islámico (EI).