Este martes fue dado de alta el estudiante de Letras de la Universidad Católica, Rodrigo Avilés, quien permaneció hospitalizado desde el pasado 21 de mayo en el Hospital Clínico de dicha casa de estudios.
El joven resultó gravemente herido luego de recibir el impacto del chorro de un carro lanza agua y azotar su cabeza contra el suelo al término una manifestación realizada durante la cuenta pública de la presidenta Michelle Bachelet, en Valparaíso.
18 días pasó en el Hospital Carlos Van Buren de la ciudad puerto, donde fue sometido a varias operaciones en su cabeza para quitar la presión intracraneal y mantenerlo con vida. Rodrigo estaba inconsciente y no tiene recuerdos de esos días. Su razón y conciencia comenzaron a funcionar solo cuando llegó al Hospital Clínico de la Universidad Católica.
El jefe de Neurología de la Red Salud UC, Patricio Sandoval, aseguró que Rodrigo “se encuentra en buenas condiciones, se encuentra consiente, se encuentra lúcido, está bien animado, contento porque se va para su casa y con muchas ganas de seguir rehabilitándose, puesto que hasta la fecha el proceso ha sido muy exitoso”.
En ese sentido, el médico indicó que el estudiante seguirá su tratamiento con un equipo multidisciplinario de la institución, el cual ya está coordinado para iniciar “un proceso que va a ser largo, pero que hasta aquí ha sido exitoso”.
El padre de Rodrigo, Félix Avilés, señaló que la recuperación la podrá realizar en un recinto médico o en su hogar, debido a que el tratamiento puede durar entre ocho meses y un año. Precisó además, que puede manifestar dificultades en la memoria a corto plazo y en el lenguaje, así como en la definición y toma de decisiones para “ordenar la vida, focalizarse y concentrase”.
En cuanto a su recuperación, la madre de Rodrigo, Soledad Bravo, indicó que el estudiante deberá ser sometido a una quinta operación dentro de los próximos meses.
“No fue un accidente”
La madre del joven universitario leyó una declaración en la que, junto con agradecer a los miles de chilenos que se movilizaron en su apoyo, enfatizó que lo ocurrido con su hijo “no fue un accidente ni el socorrido exceso de algún agente del Estado, sino que una muestra palmaria de la desprotección de los derechos constitucionales más básicos y la desnaturalización fehaciente de la misión de las fuerzas especiales de Carabineros de Chile, institución de la que todavía esperamos palabras y acciones reparatorias”.
El sargento Manuel Noya, quien manejaba el chorro de agua que impactó a Rodrigo, fue dado de baja de Carabineros a fines de mayo y ofreció disculpas a la familia, sin embargo, Soledad Bravo afirmó que esperan gestos institucionales, tras el sumario interno que instruyó la institución.
“Estamos esperando que los responsables de lo que le sucedió a Rodrigo den un paso adelante, reconozcan y asuman“, remarcó.
El padre de Rodrigo explicó que el 27 de julio, según sus datos, Carabineros deberá emitir el informe sobre su investigación, sabiendo que las culpas vienen del alto mando, con nombre y apellido:
Mira el momento en que Rodrigo sale del hospital:
(Video gentileza de Unión Nacional Estudiantil – UNE)