El estado de California aprobó este martes una ley que obliga que todos los niños sean vacunados, después de que un brote de sarampión pusiera en jaque a las autoridades sanitarias de esta región estadounidense a finales de 2014.

La nueva medida requiere que todos los menores sean inmunizados antes de comenzar el jardín de infancia, a menos que un médico prescriba lo contrario.

“La ciencia es clara, las vacunas protegen a los niños de muchas infecciones y enfermedades peligrosas”, escribió el gobernador demócrata Jerry Brown en un comunicado.

“Aunque es cierto que ninguna intervención médica está fuera de riesgo, las evidencias demuestran que una buena inmunización beneficia y protege a la población”, agregó el político.

California dio por finalizado en abril el brote de sarampión que afectó a 131 residentes del estado, relacionado con un foco detectado en diciembre en el parque de atracciones Disneyland.

El brote coincidió además con un movimiento cada vez más fuerte en Estados Unidos en contra de la triple viral (SPR, sarampión, paperas y rubeola).

Sus detractores consideran que esta vacuna está relacionada con un aumento de casos de autismo, lo cual según los expertos médicos carece de pruebas científicas.