El próximo viernes tres de julio se llevará a cabo en Perú la décima cumbre presidencial de la Alianza del Pacífico, donde participarán los presidentes de Colombia, México, Chile y del país anfitrión.

Para aprovechar la instancia, la presidenta Bachelet había agendado una reunión bilateral con su homólogo peruano, Ollanta Humala, la cual fue cancelada, según el Gobierno por motivos de agenda.

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Sin embargo, quedó en evidencia que las relaciones entre Santiago y Lima quedaron debilitadas tras la expresión de apoyo del mandatario peruano a la causa boliviana que busca una salida soberana al mar.

Para el abogado y cientista político, Miguel Navarro, “fue una buena decisión por parte de la presidenta Bachelet rechazar la reunión bilateral con el mandatario peruano”.

Tanto parlamentarios de la Nueva Mayoría como de la oposición apoyaron la idea de enviar una nota de protesta a Perú, la cual, según el analista internacional, “no funciona como una ofensiva, sino como una forma de que quede constancia de la molestia de Chile por la actitud de ha mostrado el gobierno peruano”.