La Policía de Los Ángeles violó la política del departamento durante el tiroteo en agosto, que terminó con la muerte de un joven negro desarmado, concluyó una comisión investigadora.

La comisión, integrada por civiles, aseguró el martes que un agente se equivocó al usar una fuerza letal durante el enfrentamiento con Ezell Ford, un hombre de 25 años, y con problemas psiquiátricos, según su familia.

Ford fue abatido el 11 de agosto por dos policías que se lo encararon cuando caminaba cerca de su casa en Los Ángeles.

La comisión, conocida como Los Ángeles Board of Police Commissioners, dijo sin embargo que uno de los agentes involucrados en el episodio abrió fuego injustificadamente, el otro tuvo razón en usar su arma cuando vio que Ford se trenzaba en una pelea con su compañero.

Los policías dijeron que empezaron a seguir a Ford causa de su comportamiento. Según la Policía, Ford trató de correr antes de volverse contra los policías e intentar arrebatarle una de sus armas. La familia de Ford niega que Ezelle intentara agredir a los agentes.

Las conclusiones de la comisión tienen lugar en momentos en que Estados Unidos lidia con una serie de muertes de hombres negros a manos de la Policía y se ha reabierto el debate sobre el racismo en las fuerzas de seguridad.