“Todos nos dicen que comamos las frutas con cáscara porque contienen muchos nutrientes, pero nadie nos dice que para que tenga este brillo, algo le tienen que echar”, dice de entrada Karen Olivares, una usuaria de Facebook que colgó un video que ha logrado gran viralización en la plataforma social, en la que se le ve raspando una manzana con un cuchillo.

El objetivo es denunciar el poco conocido elemento que se desprende de la fruta, al ser sometida a ese tratamiento, que a juicio de Olivares, sería un peligroso químico.

“Vamos a ver que comienza a salir algo blanco, muy pegado. Caber decir que esto brillante no sale al lavarlo. Sale sólo con un cuchillo con mucho filo”, aconseja muy experta la joven.

Esto debe ser algún tipo de cera, abrillantadora, algo así, que claramente es química, que jamás nos dicen que estamos consumiendo “, agrega, mientras sigue con el proceso.

Tras acumular parte del elemento, lo quema y afirma que si hubiese juntado más, se habría generado una flama con “un olor asqueroso”. Al terminar, invita a compartir el video para que “llegue a quien tenga que llegar”.

El video no es el primero en la web. En España otro caballero de nombre Manuel Nava Rro, hace el mismo proceso para confirmar lo que había visto en otro video. Así, resulta ser que muchas personas se encuentran raspando la manzana porque vieron que otros lo hacían y decían que era peligroso.

Ante esta ola de raspados de manzana, El Comidista -un blog especializado en alimentos- desarrolló un artículo en el que desmitifica la creencia que se multiplica en la red, culpa de la ignorancia y la flojera de indagar un poco más.

Esa sustancia ‘maligna’ que recubre sus manzanas no es más que cera, tan comestible como inofensiva. Las propias manzanas producen un tipo de esta sustancia de manera natural para mantener su humedad interior y protegerse de agresiones externas“, escribe Mikel López Iturriaga, periodista del diario El País y autor de la nota.

Según agrega, los productores de fruta imitan este proceso natural con otras ceras que proporcionan el aspecto brillante y apetitoso, además de otorgar protección.

Pedro Terrón, un científico a cargo de una página que desmitifica informaciones en la red, explica que lo que se ve es parte de “ceras naturales como la carnaúba, una grasa comestible que se extrae de las hojas de la palma”.

Se usa para el encerado de frutas (manzanas, cítricos, pepinos, plátanos y otras) en los tratamientos de pos-cosecha para alargar su vida y conservar su lozanía. Disminuye la transpiración y por ello inhibe en ciertos grados la deshidratación, al mismo tiempo que ayuda a preservarlas de fungosis y bacteriosis y mantiene el brillo natural de las frutas. Es totalmente inocua”, comenta.

Por su parte, Mauricio Schwarz, escritor y periodista especializado en ciencia, también alzó la voz contra estos videos, que no hacen más que confirmar “la desconfianza hacia las autoridades”.

Con un contravideo, titulado La ignorancia envenena, no la manzana, Schwarz da detalles de porqué no hay que tragarse las dudas de las personas que raspan la manzana, que sólo siembran torpeza en la gente.

El profesional concluye que el actual discurso “presuntamente naturalista” está condenando “todo lo que no es ‘natural’ pero definido de manera sumamente caprichosa, y apoyado en la quimiofobia (que) no es sino ignorancia, miedo y falta de motivación para investigar”.

“Es muy fácil de desmontar: vivimos más y con más salud que nunca antes en la historia”, indica.