El ejército afgano detuvo una ofensiva de los talibanes en la provincia de Helmand (sur) y mató a 260 rebeldes, afirmó el sábado el ministerio del Interior afgano.
“La ofensiva de los talibanes fue rechazada, nuestras fuerzas progresan ahora en dirección de los talibanes en el distrito de Sangin” aseguró a la AFP Sediq Sediqqi, portavoz del ministerio, antes de añadir: “en algunos sectores resisten pero su objetivo, que era tomar distritos en Helmand, fue totalmente desactivado”.
Sin embargo, según Sediqqi, la progresión de las fuerzas afganas es lenta porque los talibanes han minado algunos sectores. El portavoz añadió que la policía neutralizó el viernes 60 minas en Sangin.
Sediqqi afirmó que 260 talibanes murieron, así como 28 miembros de las fuerzas afganas, mientras que 35 policías resultaron heridos. Los combates también causaron víctimas civiles pero no había aun un balance claro, según la misma fuente.
La cuenta Twitter de Sediqqi informó por otro lado de la muerte de ocho comandantes talibanes.
Los combates empezaron el 19 de junio cuando varios centenares de rebeldes islamistas atacaron el distrito de Sangin. Otros tres distritos se vieron luego afectados por los combates: Nowzad, Kajaki y Musa Qala. Según Ghulam Faruq Parwani, responsable militar del sur de Afganistán, los talibanes fueron expulsados de esos tres distritos el sábado.
Pero Qari Yusuf Ahmadi, un portavoz de los talibanes, afirmó en un comunicado que los combatientes rebeldes “atacaron varios puestos de control en el distrito de Sangin” y que hubo muertos en las filas gubernamentales.
Un posible resurgimiento militar de los talibanes inquieta a los afganos y a la comunidad internacional, en momentos en que el proceso electora para designar al nuevo presidente sigue en el aire y fragilizado por las acusaciones de fraude.