Hace casi 30 años, una pareja estadounidense disfrutaba de sus vacaciones en las paradisíacas playas de Bora Bora. Ambos eran exitosos en sus campos, jóvenes y llenos de sueños, pero jamás imaginaron que ese viaje formaría parte del proceso que cambió para siempre la edición de fotos digitales.
Corría el año 1987 cuando John Knoll y su entonces novia, Jennifer, descansaban en la isla de la Polinesia Francesa tras haber pasado un largo período trabajando en la producción de “¿Quién Engañó a Roger Rabbit?” (1988). Ambos eran empleados de Industrial Light & Magic (ILM), la empresa de efectos especiales de Lucasfilm que intervino en la película.
De improviso, Knoll tomó una foto de Jennifer mientras permanecía tendida en la arena, de espalda y con un look relajado. Adornaban la escena aguas cristalinas, una montaña de fondo y arriba un par de nubes en el cielo.
Sin imaginarlo, esa toma pasaría a la historia años más tarde como la primera imagen en ser alterada digitalmente por un entonces incipiente programa: Photoshop.
Ese año de la escapada a Bora Bora, John y su hermano Thomas -un experto en computación con estudios en la Universidad de Michigan- comenzaron a desarrollar el software, luego que el primero se inspirara en un hardware que había en ILM . Pero en ese entonces, la cantidad de imágenes digitales disponibles para demostrar las bondades de su producto eran limitadas.
Lejos de desanimarse, John visitó a unos amigos en un laboratorio de Apple y pidió prestado uno de sus escáneres para digitalizar una foto… ¿La que tenía a mano? Aquella en la que su novia, quien más tarde se convertiría en su esposa, posaba en topless de cara a la playa.
De este modo, la instantánea de Jennifer se convirtió en protagonista en el demo que los hermanos enviaron a diversas empresas, incluidas Apple y Adobe -que finalmente adquirió el software y empezó a comercializarlo en el ’90-, convirtiéndose en la primera imagen en ser editada por el programa y la primera en mostrar sus capacidades.
A casi 30 años del suceso, John y su esposa Jennifer analizan su importancia desde el punto de vista personal y empresarial: “Fue un momento verdaderamente mágico para nosotros. Mi esposo me pidió la mano ese mismo día (en el que tomaron la foto)”, dijo la mujer en conversación con el medio británico The Guardian.
Por su parte, John afirmó que “Jennifer en el Paraíso” es “una buena imagen para hacer demos (…) Era placentero mirarla y había un montón de cosas que podías hacer con ella técnicamente”.
El cocreador de Photoshop, que ahora se desempeña como Director Creativo de Industrial Light & Magic, termina con una reflexión en torno al impacto que su software ha tenido en el mundo y en las críticas que ha concentrado su abuso: “Cualquier herramienta puede usarse para bien o para mal (pero) Realmente depende de la ética del artista que la use”.