Más de 9.000 niños luchan en los dos bandos enfrentados desde diciembre en Sudán del Sur, declaró el miércoles en Juba la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, que denuncia hechos constitutivos de crímenes de guerra.
Según informó Pillay, los dos bandos son indiferentes al riesgo de hambruna y han iniciado una lucha que ha dejado gran cantidad de colegios y centros médicos en manos de las tropas, las cuales incluso han atacado a estos recintos.
A lo anterior se suman denuncias de violaciones o secuestros de mujeres y niñas y la muerte de niños en matanzas cometidas tanto por el ejército del presidente Salva Kiir como por las fuerzas leales al ex vicepresidente Riek Machar.
Por otra parte, la ONU afirmó que no permitirá que el genocidio cometido en 1994 en Ruanda se repita en Sudán del Sur. Las “incitaciones al odio” y las matanzas “sobre bases étnicas” en Sudán del Sur hacen temer que todo degenere, estimó Adama Dieng, consejero para la prevención del genocidio.
El secretario general Ban Ki-moon hará que “lo ocurrido en Ruanda no se repita nunca en ninguna otra parte del continente”, aseguró.