El presidente Raúl Castro dio este lunes un importante paso en sus reformas económicas con una serie de medidas que confieren “más autonomía e independencia” a las empresas estatales cubanas, responsables del 80% de la economía, informó el diario oficial Granma.

En el transcurso del año, las poco más de 2.800 empresas estatales podrán, luego de cumplir con el encargo estatal, “comercializar sus excedentes o inejecuciones al precio que fije la relación entre la oferta y la demanda”, explicó el diario.

El salario, de 19 dólares mensuales en promedio y reconocido por el Gobierno como “insuficiente”, ahora será fijado por las empresas en función de su productividad y ganancias. Además, las compañías podrán “distribuir utilidades entre los trabajadores como estímulo” siempre que los resultados de las auditorías financieras sean aceptables y no se deteriore la productividad.

Las empresas podrán desarrollar sus propios sistemas de pago sin necesidad de consultar al ministerio correspondiente, como hasta el presente, y no tendrán que devolver al gobierno las reservas no utilizadas en años anteriores.

Igualmente, “podrán retener hasta el 50% de las utilidades después de impuesto al cierre del año”, 20% más de lo establecido hasta ahora.

“Este es un proceso gradual de descentralización” que “aumenta la responsabilidad de los directivos” de las empresas, subrayó el periódico. Las resoluciones ponen a las compañías “en condiciones de ocupar el verdadero papel que les corresponde”, agregó.

El gobierno de Raúl Castro ha iniciado una serie de reformas económicas para sacar del estancamiento a la economía de la isla, que creció en 2013 un 2,7%, por debajo de la meta de 3,6%.

Recientemente el gobierno aprobó una nueva ley de inversión extranjera, y ha flexibilizado el acceso a la vivienda y los automóviles.

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