El mundo del fútbol español mostró este viernes su apoyo al extécnico del Barcelona Tito Vilanova, hospitalizado por un cáncer contra el que lucha desde hace dos años, mientras el club guarda silencio sobre su salud.
La única persona de la entidad que se pronunció al respecto fue el guardameta y uno de los capitanes del equipo, Victor Valdés.
“¡Fuerza míster! ¡Mucha fuerza!”, escribió en su cuenta de Twitter el arquero, que abandonará la disciplina del Barcelona al terminar esta temporada.
Sus compañeros de profesión también se solidarizaron con Vilanova.
“Estamos todos obviamente preocupados por esto. Lo sentimos mucho, intentamos estar cerca y esperar que todo salga bien”, dijo este viernes el técnico del Real Madrid, Carlo Ancelotti.
“Le envío un abrazo y le deseo una buena recuperación, que se recupere y que luche. Y también ánimos a su familia, que esté con él”, dijo el jueves el entrenador del Sevilla, Unai Emery.
Mientras, las redes sociales se han llenado de mensajes con las etiquetas “FuerzaTito” y “ÁnimoTito”, que el viernes eran de las más populares en España.
“El club no informa sobre este tema”, aseveró a la AFP un portavoz del Barcelona, respetando la privacidad que había pedido el técnico al dimitir de su puesto en julio pasado por una recaída en su enfermedad.
El hospital Quirón de Barcelona, donde los medios afirman que está ingresado Vilanova, tampoco hizo ningún comentario.
Según la prensa española, el entrenador de 45 años fue operado el jueves de urgencia para solucionar unas complicaciones gástricas.
Las informaciones sobre la salud de Vilanova, todas ellas sin citar ninguna fuente, son contradictorias.
Al entrenador español se le diagnosticó un cáncer en la glándula parótida dos años atrás que, el pasado julio, lo forzó a abandonar el banquillo del Barcelona.
Mano derecha de Pep Guardiola durante sus exitosos cuatro años en el club (2008-2012), periodo en el que ganaron 14 títulos, Vilanova heredó las riendas de la plantilla en la temporada 2012-2013.
Aunque se ausentó durante varios meses para tratar su enfermedad en Nueva York, el Barcelona ganó con él la Liga española, batiendo el récord de puntos de la historia del club en esta competición.