La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó a los adultos con un índice de masa corporal normal reducir el consumo de azúcar al 5%, lo que equivale a unos 25 gramos (aproximadamente una cucharada sopera) al día.

Hasta ahora, el organismo aconsejaba que el consumo de azúcar no superara el 10% de las calorías totales consumidas como azúcares libres.

“La OMS define como ‘azúcares libres’ a todos los monosacáridos y disacáridos añadidos a los alimentos durante su procesamiento (fabricación), preparación (cocinado) o en la mesa (consumidor)”, explicó a directora de la carrera de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, Janet Cossio.

La nutricionista detalló, según grupo etario, que en niños menores de un año, no debería agregarse azúcar a postres, sólo utilizarla en mamaderas en caso necesario y según recomendación de su pediatra o nutricionista, según fórmula láctea indicada.

En niños mayores de un año, comenzar a incorporar nuevas preparaciones, pero se debe evitar alimentos ricos en azúcares como jugos artificiales, bebidas o agregar azúcar a frutas naturales, evitar golosinas, evitar cereales de desayuno, tan comunes hoy en día ricos en azúcares; se debe revisar etiqueta de alimentos.

Lo mismo se sugiere en escolares y adolescentes, quienes aumentan su consumo de alimentos pero debe priorizarse por alimentos naturales ricos en proteínas de buena calidad (lácteos: leche descremada, yogur, carnes bajas en grasa, legumbres, huevos, etcétera) y cereales ricos en fibra como los integrales, verduras y frutas.

Respecto a adultos, tercera edad y embarazadas, la recomendación es disminuir el consumo de alimentos ricos en azúcares libres tales como los ya mencionados, bebidas, incluyendo aguas azucaradas, golosinas, y excesivo consumo de pan que son ricos en hidratos de carbono (azúcar).

Respecto si es beneficioso el azúcar, la experta dijo que cuando se señala el uso de “azúcar” se está hablando del consumo de disacáridos como la sacarosa (que está compuesta químicamente de dos moléculas de glucosa) o monosacáridos como fructosa o glucosa. “La glucosa es la principal fuente de energía de las células, y un intermediario metabólico”, explicó la profesional.

“Esta molécula es absorbida rápidamente hacia el torrente sanguíneo durante el proceso de digestión de alimentos, por ello es importante su consumo. Pero en exceso, todo aquello que no se utiliza para actividad metabólica, se almacena como grasa, y si este exceso es mantenido en el tiempo, provoca sobrepeso, obesidad que se relaciona con un mayor riesgo de enfermedades crónicas como resistencia insulínica, hipertensión arterial y diabetes”, subrayó la académica de la U. Andrés Bello.

Respecto a si se puede vivir sin azúcar, Janet Cossio expresó que “de manera natural los alimentos contienen azúcares, por ejemplo, las frutas, verduras, cereales. El hombre puede vivir sin alimentos a los cuales, a través de la industria (fabricación) o preparación (cocinado) o en la mesa se le agregue azúcar y este es el principal problema de la alimentación actual que al estar muy industrializada los productos tienen altos contenidos de azúcares, ya que se les ha adicionado este ingrediente para hacerlos más atractivos, sabrosos y generar dependencias del consumidor”, concluyó.