La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) mantuvo a Venezuela, Cuba y Honduras en su lista negra por graves violaciones a los derechos humanos en su informe anual difundido este miércoles.

El ente autónomo de la Organización de Estados Americanos (OEA) incluyó a los tres países en el Capítulo IV.b de su informe 2013, dedicado a aquellas naciones donde existen “violaciones masivas, graves y sistemáticas de los derechos humanos”.

En Venezuela, incluida en la lista negra desde 2002, persiste la “fragilidad” y “falta de independencia” del Poder Judicial debido a la provisionalidad de jueces y fiscales, el “uso abusivo” del derecho penal y la “afectación” a la libertad de expresión, dice el organismo.

El país sudamericano -donde dos meses de protestas antigubernamentales han dejado 41 muertos y más de 600 heridos- sigue experimentando también “graves situaciones de inseguridad ciudadana y de violencia en los centros penitenciarios”, según el informe.

En Cuba, la “situación permanente y sistemática de vulneración de los derechos humanos” que ha existido durante décadas no cambió en 2013, indicó la CIDH, prácticamente calcando su informe del año pasado.

La Comisión, que reivindica su jurisdicción sobre Cuba a pesar de que La Habana la desconoce, observó que persisten las “represiones severas y restricciones” a defensores de derechos humanos, así como casos de discriminación y violencia contra la comunidad de gays, bisexuales y transexuales en la isla.

En lo que respecta a Honduras, la Comisión observó que la situación en materia de derechos humanos solo se ha complicado desde el golpe de Estado de 2009.

En su informe, la CIDH, con sede en Washington, ve “con especial preocupación” el problema de la seguridad, la falta de independencia del Poder Judicial y otros poderes del Estado y la impunidad. El organismo también alerta sobre la situación de los defensores de derechos humanos, la libertad de expresión y los pueblos indígenas.

El documento de 2013 refleja por primera vez las reformas implementadas el año pasado al reglamento de la CIDH, que amplía el polémico capítulo IV para hacer una evaluación general, por temas, de la región.

De esa manera, y más allá de los países, la Comisión mostró su preocupación por la situación de la libertad de expresión en Ecuador, el despojo de su nacionalidad a descendientes de haitianos en República Dominicana y el estado de los prisioneros en la cárcel estadounidense de Guantánamo.