Ecologistas y oposición política denunciaron el martes la decisión de Canadá de no considerar más a las ballenas jorobadas como especie amenazada, y acusan al gobierno de haber querido facilitar un controvertido proyecto de oleoducto.

Alegando que se basa en datos científicos, el gobierno canadiense anunció el sábado en el diario oficial que ese mamífero, el más grande del planeta después de la ballena azul, será considerada de ahora en más “una especie preocupante” pero no una “especie amenazada”.

La consecuencia de esta distinción es que el hábitat de este cetáceo ya no estará más protegido por ley.

La decisión fue tomada de forma “increíblemente rápida”, declaró a la AFP Jay Ritchlin, de la Fundación David Suzuki, una de las organizaciones ecologistas más influyentes del país.

Consideró que era “inquietante” que esa modificación haya tenido lugar “en el mismo momento en que está a estudio un gran proyecto de desarrollo”, en alusión al proyecto de oleoductos Northern Gateway.

El principal partido de oposición en el Parlamento federal, el Nuevo Partido Democrático (NPD, izquierda), acusó por su parte al gobierno conservador de querer “satisfacer a sus amigos de la industria petrolera y abrir la puerta al proyecto de oleoductos Northern Gateway”.

En el diario oficial el gobierno destacó, sin embargo, haber actuado tras la presentación en 2011 de un informe realizado por un comité de científicos independiente, que señaló la existencia de “una gran abundancia de la especie” a lo largo de las costas canadienses del Pacífico.

La ballena jorobada había sido oficialmente declarada especie amenazada en 2005 por recomendación de un panel de expertos. En 2003, el informe independiente registraba “unos centenares” de ejemplares de ese cetáceo. El gobierno estima que en la actualidad la población de esa especie es de 18.000 ejemplares.

Emprendido por el grupo canadiense Embridge, el proyecto Northern Gateway, de 1.200 km, pretende trasladar 525.000 barriles de crudo por día sobre el litoral pacífico canadiense desde la provincia de Alberta (oeste) a través de las montañas Rocallosas. El doble oleoducto proyectado concluiría su recorrido al norte de la provincia de Columbia Británica, en el puerto de Kitimat, en una zona sin población cerca de la frontera con Alaska.