En producciones televisivas de corte policial se habría inspirado Roxana Valdés Caro, la mujer de 39 años acusada de descuartizar a su pareja en la comuna de Molina, región del Maule.

En la audiencia pública se formalizó cargos de parricidio en contra de esta ex inspectora del colegio Agrícola Don Gregorio de la localidad de “Peor es Nada”, que fue el lugar donde se desempeñó profesionalmente en el último tiempo.

En la exposición de los hechos, la fiscal a cargo de la investigación, Mónica Barrientos, hizo un duro relato de los sucedido al interior de la vivienda del pasaje El Aromo 2334 de Molina, donde residían.

Barrientos expuso que la mujer imputada efectivamente confesó haber dado muerte a su conviviente con un arma de fuego que le causó una laceración cardíaca y pulmonar que le provocó una muerte inmediata.

Acto seguido, cercenó el cuerpo de la víctima, para lo cual usó cinco cuchillos tipo serrucho, y finalmente depositó sus restos en un fondón, para proceder a hervirlos.

“Vengo a declarar por un hecho que va a ser motivo de televisión”, habría manifestado la mujer parricida cuando se presentó la noche del domingo en la Cuarta Comisaría de Molina a confesar el macabro asesinato, después de haber deambulado con los restos humanos en bolsas de basura en su vehículo particular.

La investigación permitió establecer que la mujer se habría movilizado por Molina, Río Claro, Talca y Curicó con los restos mortales de su pareja, pero no fue capaz de desprenderse de ellos, hasta que tomó contacto con un hermano.

En la formalización se mantuvo la tesis de que la mujer habría actuado de esta forma por el robo de dinero que el hombre habría gastado sin su consentimiento, además de ser víctima de violencia física y psicológica, cosa que la familia del occiso desmiente categóricamente, pidiendo a los medios limpiar la honra Claudio Muñoz, ya que era un hombre trabajador.

En la audiencia se señaló la pena aplicable a este delito de parricidio, que parte en el, presidio mayor en su grado máximo a cadena perpetua, y se decretó la prisión preventiva, a pesar de los argumentos de la defensora Carolina Gutiérrez, que señaló una colaboración sustantiva de la mujer imputada.

La abogada fue mucho más allá, y dijo que su defendida había denunciado maltrato y daños a la propiedad de parte del fallecido, por lo que insistirá en la rebaja de la pena en al menos un grado, por lo que bien podría cumplir una condena de 5 años y que podría ser sustitutiva por la libertad vigilada.

En tanto, el mayor de Carabineros Pedro Díaz, indicó que la mujer hirvió los restos de su pareja “porque había visto en películas policiales que de esta forma no derramarían tanta sangre”.

Finalmente, se decretaron dos meses para el cierre de la investigación, mientras que la medida cautelar deberá ser cumplida en la cárcel de mujeres, ubicada en el camino a San Clemente.