Se aproxima el feriado de semana santa y, como siempre, se instala la tradición de comer pescados y mariscos. El problema es que la sobreexplotación ha sido tan salvaje, que en nuestros mares hay más escasez que abundancia.

Se teme que el sector pesquero genere más de un estallido social. ¿Porqué? Porque no hay pesca, porque aunque se otorguen cuotas, no hay redes capaces de pescar lo que ya no existe.

Según el último informe de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, de un total de 33 pesquerías o unidades de pesquerías chilenas, 8 están calificadas como en sobreexplotación y 8 figuran como agotadas.