El intendente del Bío Bío se reunió este martes con el general jefe de la Octava Zona de Carabineros para analizar en profundidad los atentados relacionados con la causa mapuche en la zona roja del conflicto en la provincia de Arauco. Tras la cita, ambas autoridades coincidieron en la dificultad para conseguir elementos de prueba para la detención y el juicio posterior de los autores de los delitos.

Preocupación por el aumento de los atentados en Arauco, manifestaron las autoridades de Gobierno que sostuvieron un encuentro con Carabineros para delinear una estrategia de acción para detener a los autores de los ilícitos, así como para terminar con la violencia.

Ataques a maquinaria de empresas que prestan servicio en la pavimentación de caminos, atentados con perdigones a carabineros, además de barricadas y llamados de atención por la vía del desorden público, mantienen atemorizada a la población local que en general está en contra del actuar de unos 25 encapuchados, según el Intendente del Bío Bío.

Al respecto, la máxima autoridad gubernamental de la región pidió encarecidamente organización de las autoridades locales para confrontar a los grupos violentos, asegurando que el Ejecutivo no puede “militarizar” la zona.

Asimismo, Carabineros fue explícito en señalar que la dificultad de la institución apunta a las características que expone el territorio, las complicadas comunicaciones locales y las exigencias legales para conseguir material probatorio de los delitos, según lo comentó el jefe de la octava zona policial de carabineros, general Iván Bezmalinovic.

Respecto a los atentados contra Carabineros y maquinaria de privados ocurridos en febrero, el gobierno interpuso dos querellas en el Juzgado de Garantía de Cañete.

Carabineros, en tanto, afirmó que adecua sus servicios a realidad local dinámica de cada jornada en Arauco, impulsando relevos de la dotación, con aumento de personal en la prefectura local.

Además suman material para mover barricadas con carros blindados con palas, junto a jeep blindados para acceso veloz en sectores que posibiliten lograr la detención.
No obstante, la estrategia general se mantiene en secreto, por ejemplo, respecto de la cantidades de personal y servicios.

Las autoridades revelaron que los protagonistas de disturbios están identificados, no superan la treintena y mantienen escopetas, armas cortas calibre 38 y 9 milímetros y carabinas calibre 44.