El atracador más conocido del célebre ataque al tren postal Glasgow-Londres, el británico Ronnie Biggs, falleció el miércoles a los 84 años de edad, según publicó la prensa.

Cuando murió, Biggs estaba recibiendo atención médica, tras haber sufrido varias apoplejías en los últimos años, según estos medios, entre los que se encuentra Sky News.

En la noche del 7 al 8 de agosto de 1963, el conductor de un tren postal, que efectuaba el recorrido entre la ciudad escocesa de Glasgow y la estación londinense de Euston, se detuvo en un punto aislado a la altura de Ledburn, al noroeste de Londres, ante una señal roja en la vía que le ordenó parar, lo que fue un engaño.

Los asaltantes desengancharon la locomotora y los dos primeros vagones, y descargaron 120 sacos que contenían 2,5 toneladas de dinero en efectivo. Todo ello, sin que el personal que se encontraba en los otros vagones se diera cuenta del golpe. Suma del botín: el equivalente a 52 millones de euros actuales (69 millones de dólares).

En 1965, un año después de su condena, Biggs consiguió escapar de la prisión londinense de Wandsworth, al escalar el muro y huir posteriormente en una furgoneta.

Tras una fuga que lo condujo a Bélgica, Francia e incluso Australia, Biggs se exilió en Brasil, donde consiguió huir de la policía gracias a papeles falsos y a varias operaciones quirúrgicas.

Poco antes del 50 aniversario del asalto, Ronnie Biggs declaró: “Si me queréis preguntar si lamento haber participado en el golpe, mi respuesta es no”.