Los servicios de inteligencia de los aliados europeos de Washington deberían estar mejor supervisados, siguiendo el ejemplo de la NSA en Estados Unidos, dijo este domingo Mike Rogers, un influyente legislador republicano.

Según el presidente de la comisión de Inteligencia de la cámara de Representantes, “en las capitales europeas no existe” un encuadre de las actividades de escucha de las comunicaciones tan estrecho como el que se da en Estados Unidos.

“Para mí ese es el principal problema. En Europa necesitan disponer de una mejor estructura de supervisión. Se sorprenderían al descubrir lo que hacen y lo que no hacen sus servicios de inteligencia”, dijo a la cadena CNN.

Las revelaciones de la semana pasada sobre el alcance de los programas de vigilancia de la NSA en los países europeos, que dejaron en evidencia incluso la escucha de las comunicaciones por teléfono móvil de la canciller alemana Angela Merkel, “no fueron chocantes para los servicios” europeos, aunque sí para los gobiernos para los cuales trabajan.

Por otro lado, el legislador aseguró que las publicaciones del diario francés Le Monde, según el cual la NSA habría escuchado en un solo mes 70 millones de conversaciones en Francia, son “100% falsas”.

“Si los franceses supieran exactamente de qué se trató, seguramente aplaudirían y descorcharían champán. Es algo bueno, que protege a los franceses”, argumentó Rogers.

Interrogado sobre la necesidad de espiar a los países aliados, el legislador invocó la situación en Europa “en los años 1930, ante el ascenso del fascismo y del comunismo. “No vimos lo que se aproximaba, y eso costó la vida de decenas de millones de personas”, dijo, señalando que en ese momento Estados Unidos decidió no espiar a los países amigos.