México convocará al embajador de Estados Unidos para que informe sobre las revelaciones de espionaje por parte una agencia norteamericana del correo electrónico del expresidente Felipe Calderón, anunció este martes en Ginebra el canciller mexicano, José Antonio Meade.

“El presidente Enrique Peña Nieto (…) me instruyó a citar, a mi regreso de Ginebra, al embajador de Estados Unidos, Anthony Wayne, para exigir que se nos mantenga informados” sobre la investigación del caso, declaró Meade en conferencia de prensa en la misión mexicana ante la ONU en Ginebra, donde participará en una reunión de las Naciones Unidas.

El pasado domingo 20, recordó el canciller, “trascendieron en diversos medios nuevas versiones que apuntan a la posibilidad de que instituciones del gobierno de México, incluida la presidencia de la República, habrían sido objeto de espionaje”.

La revista alemana Der Spiegel publicó el domingo en su versión digital que la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA por su sigla en inglés) intervino el correo electrónico del entonces presidente Calderón por primera vez en mayo de 2010 y que la agencia “ha espiado sistemáticamente y durante años al gobierno mexicano”.

El semanario citó un documento ultrasecreto filtrado por el estadounidenses Edward Snowden, el prófugo excontratista de la NSA acusado de espionaje por su país y asilado en Rusia.

“Hemos reiterado y volvemos a reiterar hoy nuestra condena más enérgica y nuestro llamado a que a la brevedad se proceda a la investigación comprometida por el presidente Barack Obama, con el presidente Enrique Peña Nieto” en una conversación telefónica el pasado 5 de septiembre, señaló Meade.

“Hoy, frente a estos nuevos elementos y ante una respuesta aun insuficiente, y por lo mismo inadmisible, el gobierno de México quiere señalar con toda firmeza y claridad la necesidad” de que “la investigación comprometida por el presidente Obama se amplíe para incluir en alcance la nueva información”, declaró el canciller.

Agregó que esa investigación debe concluir “en un plazo breve” y “que se deslinden responsabilidades y se tomen las determinaciones necesarias para asegurar que actividades de este tipo no sucedan”.

“México está convencido de que las prácticas de espionaje constituyen una violación a la norma, un abuso de la confianza construida entre países socios y no hace honor a la amistad histórica entre nuestras naciones”, concluyó Meade.