Las conversaciones de paz sobre Siria sólo podrán celebrarse si participa una “oposición creíble”, afirmó el domingo el emisario internacional para Siria, Lakhdar Brahimi, mientras un nuevo atentado en el centro del país dejó al menos 43 muertos.

El secretario general de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, indicó que esta conferencia de paz tendrá lugar el 23 de noviembre próximo en Ginebra, pero el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Lakhdar Brahimi, rechazó fijar una fecha.

“Hubo acuerdo sobre la celebración de Ginebra 2 en noviembre”, pero “la fecha no se ha fijado oficialmente”, subrayó Brahimi, actualmente de gira por la zona para obtener respaldo a esa conferencia.

El emisario internacional, quien se reunió este domingo en El Cairo con el jefe de la Liga Árabe, advirtió que esa conferencia de paz “no se celebrará sin una oposición creíble, que represente a una parte importante del pueblo sirio opuesto” al gobierno de Bashar al Asad.

La coalición opositora, muy dividida, debe decidir la semana entrante en Estambul si participa en la conferencia Ginebra-2. El Consejo Nacional Sirio (CNS), su principal componente, adelantó hace una semana que no se va a sentar a negociar con el régimen en la ciudad suiza y amenazó con salirse de la coalición si estaba participaba.

Los ministros de 11 países occidentales y árabes y la oposición siria deben reunirse el martes en Londres para preparar esta conferencia, aplazada en varias ocasiones, y convencer al conjunto de los opositores de adherirse al proceso.

Muchas dificultades para exito de Conferencia de paz

Mientras el conflicto sirio, que ha dejado más de 115.000 muertos, en dos años y medio, se enliza, la comunidad internacional duplica esfuerzos para sentar en la mesa de negociaciones a los protagonistas del conflicto.

Pero Georges Sabra, jefe del Consejo, advirtió que no se puede iniciar un proceso de transición democrática mientras que civiles sirios están asediados por el ejército y hambrientos.

“Hay muchas dificultades todavía por superar para que esta conferencia sea un éxito”, reconoció Arabi, tras reunirse en El Cairo con Brahimi, que tiene una intensa agenda diplomática, en búsqueda de una solución al conflicto sirio.

El emisario dijo a los periodistas que después de Egipto, donde llegó el sábado, viajará a Catar y a Turquía, dos países que apoyan a la oposición siria, a Irán, aliado del regional de Asad, y a Siria, aunque el gobierno ha impuesto como condición que sea “imparcial”, según informó este domingo el diario gubernamental Al Watan.

Por último irá a Ginebra, donde hablará con representantes de los gobiernos ruso y norteamericano, ambos promotores de la conferencia de paz.

Estos nuevos esfuerzos diplomáticos ocurren más de un mes después del acuerdo entre Rusia y Estados Unidos sobre el desmantelamiento del aresnal químico sirio, que alejó la amenaza de un ataque estadounidense, lanzado tras un ataque químico mortífero imputado al régimen el 21 de agosto cerca de Damasco.

En el terreno, la situación es crítica y tanto la ONU como Estados Unidos reclamaron la creación de corredores humanitarios para rescatar a civiles atrapados entre los combates y los asedios, entre otros en la periferia de Damasco.

En el centro de Siria, un atentado con camión bomba en la carretera que une Hama a Salamiyeh dejó al menos 43 muertos, entre ellos soldados fieles al régimen, dijo el opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que se apoya en una importante red de militantes y de fuentes médicas y militares en Siria.