Bostezar es tan contagioso entre los niños como entre los chimpancés jóvenes, indicaron el jueves investigadores de la Universidad de Lund (sur de Suecia).

Mientras jugaba con un investigador, un joven chimpancé huérfano de entre 5 y 8 años de edad empezó a bostezar al ver hacerlo a su compañero de juego, descubrieron los científicos.

Sin embargo, los jóvenes monos parecen menos sensibles al contagio que provoca el bostezo en el hombre.

A la edad de cuatro años, bostezar se vuelve contagioso en el hombre, un signo interpretado como una capacidad de empatía.

En el hombre, la acción de bostezar sería tanto más contagiosa cuanto ocurre entre las personas cercanas. Lo que no parece el caso cuando las personas no se conocen.

Estudios anteriores establecieron que los perros pueden bostezar por contagio al ver a sus amos hacerlo, pero no con personas extrañas. Pero esta situación no se da en los chimpancés, según experiencias recientes.

“Es probable que los chimpancés más jóvenes pasen de la empatía generalizada común a todos los individuos a una mucho más específica cuando se vuelven adultos”, explicó la investigadora Elainie Madsen.

El estudio se llevó a cabo en el refugio de los chimpancés de Tacugama, en Sierra Leona, y se basa en el comportamiento de 33 huérfanos de 13 meses a ocho años.