El abanderado del PRO, Marco Enríquez-Ominami, replicó este miércoles al comando del candidato presidencial independiente, Tomás Jocelyn-Holt, sosteniendo que el postulante es él y que es impropio agredir a las mujeres e hijas de quienes compiten por La Moneda.

Recordemos que Tomás Jocelyn-Holt aseguró que no hay razones para ofrecer excusas por el incidente en que su jefe de prensa, Edson Caquilpán, habría tildado de escort a Karen Doggenweiler, esposa de Enríquez-Ominami, e incluso calificó a ésta y a parejas de otros candidatos como “conejitas Playboy”.

“En general no me gustan las campañas odiosas y creo que no es bueno meter a las familias de los candidatos. Aquí hay niños y estoy seguro que los papás de esos niños quieren que vivan sin bullying, sin pagar los costos de sus padres”, aseguró ME-O.

El aspirante a La Moneda agregó que “el candidato a la Presidencia de la República soy yo, y el candidato que está aquí es responsable de la campaña junto a un equipo. Me parece a mí impropio meter a las mujeres y a los hijos de los candidatos en esta pelea”.

Festejando el Día del Profesor, Enríquez-Ominami enfatizó que “a Franco Parisi y a Tomás Jocelyn Holt quiero decirle que los profesores lo que enseñan en las clases es que existen códigos de honor, los profesores entienden que hay pactos en la sociedad que tienen que ver con el respeto. Los profesores por eso son tan importantes, porque le enseñan a los niños que la violencia contra la familia, la violencia contra las mujeres no es correcto”.

“Creo que es una mala educación agredir a las mujeres de los candidatos y a las hijas de los candidatos, no corresponde. Yo creo que las campañas deben ser dentro de un código de honor, los candidatos y candidatas debemos polemizar, marcar diferencias. No metamos a nuestros hijos, no metamos a las señoras por una razón muy simple en la polémica”, enfatizó Marco Enríquez-Ominami.

Consultado si ha pedido algún tipo de garantías especiales para el debate de Anatel, el presidenciable del PRO señaló que “vamos a ir al debate felices sin ninguna otra condición que el respeto”.