Sin luz, ni televisión, y con los hijos en casa de los abuelos, muchas parejas en Nueva York y Nueva Jersey se encontraron a solas nuevamente luego del paso del huracán Sandy y el resultado nueve meses después es un verdadero “baby boom”.

Sandy llegó a la Gran Manzana el pasado 29 de octubre y, además de más de 100 muertos y miles de personas forzadas a abandonar sus hogares, dejó a millones de hogares sin energía eléctrica durante días.

Ahora, cuando se cumplen nueve meses del paso del ciclón, los hospitales de Nueva York y la vecina Nueva Jersey están viendo una fuerte alza de la tasa de natalidad.

Por ejemplo, médicos del Centro Médico Monmouth en Long Branch, Nueva Jersey, indicaron que esperan alrededor de 500 bebés este mes, en comparación con 371 en julio de 2012, según la prensa local.

Una parte de ese aumento puede ser atribuida a la expansión de las instalaciones de maternidad de la clínica, pero los médicos aseguran que Sandy tiene algo que ver en ese incremento, según surge de los testimonios de algunos padres.

Una tendencia similar se observa en el Jersey Shore University Medical Center de Neptune, también en Nueva Jersey, donde el número de recién nacidos en julio se acerca a 200, un incremento del 25% con respecto a los 160 del año pasado.

Catástrofes y bebés

Los expertos en demografía son escépticos en cuanto a si aumentos de este tipo en la tasa de natalidad pueden ser atribuidos a un único acontecimiento.

Sugieren incluso que esa idea es simplemente demasiado tentadora para los medios de comunicación, encantados de contar una historia positiva tras una catástrofe como Sandy, que además de muertos y damnificados, provocó unos 80.000 millones de dólares en daños materiales.

Pero Richard Evans, un economista de la Brigham Young University de Utah (oeste), afirma que es posible que Sandy haya tenido una incidencia en el alza de la concepción en las áreas afectadas por el huracán, aunque las parejas probablemente ya habían pensado en procrear y lo que sucedió es que adelantaron esa decisión.

Evans is a coautor de un estudio sobre tendencias de los nacimientos en Estados Unidos luego de huracanes, publicado en 2010 en el Journal of Population Economics.

“Nuestro estudio observó lo sucedido durante un periodo de siete años en varias áreas geográficas, por lo que los resultados son bastante convincentes”, aseguró a la AFP.

Evan y su equipo hallaron que por cada 24 horas de alerta por tormenta en las costas del Atlántico y el golfo de México en Estados Unidos se produce un alza del 2% en los nacimientos nueve meses después.

“Dos por ciento era la media, por lo que podría haber aumentos mayores en ciertas zonas. Y cuando se multiplica esa cifra por varios días, el incremento puede ser significativo, aunque el 30% informado en Nueva Jersey parece demasiado”, explicó.

“Ninguna otra cosa que hacer”

Evans señaló que sin más investigación es difícil decir con exactitud por qué las parejas toman esta decisión, destacando sin embargo otros estudios que sugieren que las emociones desempeñan un papel junto con el factor “ninguna otra cosa que hacer”.

“Parece que cuando se corta la electricidad y no hay más TV, la fertilidad crece. También hay evidencia, por ejemplo tras el atentado de Oklahoma (de 1995), de que un acontecimiento que une a la comunidad también hace que las parejas se acerquen”, concluyó.

En el caso de Tara y Brian Salzman, Sandy fue un factor decisivo en la llegada de su cuarto hijo, Brody, que nació en Long Island (Nueva York) el miércoles.

Al aproximarse el huracán, la pareja envió a sus hijos a la casa de los abuelos.

“Gracias a Dios con el huracán Sandy pude pasar tiempo a solas con mi marido”, le contó la feliz mamá al diario The New York Post.