En Estados Unidos, los congresistas debatirán desde este martes sobre la eventual suspensión de los programas de inteligencia que permiten espiar a millones de estadounidenses, pero líderes del Senado advierten que el esfuerzo es “imprudente”.

El debate surge seis semanas después de que un ex asesor de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) divulgara detalles del extenso programa que monitoreaba comunicaciones telefónicas y por Internet de millones de estadounidenses y extranjeros.

Un puñado de demócratas liberales se unieron a los conservadores del Tea Party en la Cámara de Representantes en apoyo de una enmienda para poner fin al espionaje practicado por la NSA sobre estadounidenses que no sean objeto de una investigación en curso.

El congresista republicano Justin Amash agradeció por Twitter al presidente de la cámara baja, John Boehner, que haya presentado la enmienda, adosada al proyecto de gastos de defensa bajo consideración, para que sea debatida esta semana.

“Mi enmienda bloquea financiación para el registro de datos personales de la #NSA si la información no pertenece a una persona sujeta a investigación”, afirma Amash en Twitter.

Los representantes demócratas John Conyers y Jared Polis apoyaron la enmienda de Amash, considerando que “asegura que información sobre estadounidenses inocentes caiga innecesariamente en una base de datos del gobierno”.

Pero la demócrata Dianne Feinstein, presidenta del poderoso comité de Inteligencia del Senado y el republicano de mayor rango de la comisión, Saxby Chambliss, emitieron este martes una firme advertencia sobre la enmienda.

Los dos senadores aseguraron a los congresistas que el programa de recolección de datos está bajo “estricto control” y ha sido autorizado por los tres poderes del Estado.

Desde que a principios de junio trascendieron detalles de los programas secretos, el Congreso “explora vías para modificar el programa a fin de proteger mejor la privacidad sin sacrificar su efectividad” para detectar sospechosos de terrorismo, afirman.

“Cualquier enmienda para desfinanciar el programa por medio de reglamentación de gastos sería imprudente”, advierten.