Monsanto decidió retirar sus pedidos, pendientes de aprobación, para sembrar nuevos cultivos de granos genéticamente modificados en la Unión Europea, a excepción del maíz MON810, indicó este jueves un portavoz del gigante estadounidense de la agroquímica.

“No vamos a seguir peleando para obtener licencias para el cultivo de transgénicos en Europa”, indicó la empresa.

La información fue confirmada por la Comisión Europea que aseguró haber “tomado nota” de la decisión.

No obstante, Monsanto no retirará su pedido solicitud para renovar la aprobación de su maíz MON810, el único cultivo transgénico que se cultiva actualmente en forma comercial en Europa.

Esta variedad tiene como característica la resistencia a un insecto que ataca la planta del maíz, causando pérdidas estimadas en un 30% de la cosecha.

El rechazo de los ciudadanos en el continente a los OGM ha sido contundente.

Varios países, entre ellos Francia, Alemania e Italia, prohibieron a nivel nacional las semillas transgénicas.

Para que un transgénico sea autorizado en la UE, debe pasar una evaluación de riesgos para el consumidor y el medio ambiente, y después recibir un informe positivo de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA).

Los grupos ecologistas saludaron el anuncio de Monsanto.

“Esto es una gran noticia para la ciencia y la investigación europea”, celebró Mark Breddy, de Greenpeace.

“En las últimas décadas, las semillas transgénicas han demostrado ser ineficaces e impopulares, con un riesgo inaceptable para la salud y el medioambiente”, añadió.