El ex consultor informático de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, Edward Snowden, continuaba este viernes bloqueado en la zona de tránsito del aeropuerto de Moscú a la espera de que algún país le otorgue el asilo político.

La situación de Snowden, reclamado por Estados Unidos por espionaje, sigue sin cambios, seis días después de haber enviado peticiones de asilo a 21 países y cerca de dos semanas desde su llegada a Rusia.

Francia e Italia dijeron el jueves que no lo recibirían, al igual que Alemania, Brasil, Noruega, India, Polonia, Islandia, Austria, Finlandia, Holanda y España.

Por su lado, la diplomacia rusa indicó el viernes que no quería hacer más comentarios sobre este caso cada vez más embarazoso.

La víspera, el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Serguei Riabkov, indicó que Moscú no puede influir en la situación de Snowden, que renunció a pedir el asilo a Rusia después de que el presidente Vladimir Putin le exigiera cesar las revelaciones que “dañan” a Estados Unidos.

El informático, que reveló la existencia de un programa estadounidense de espionaje a gran escala, provocó otro escándalo, esta vez diplomático, a principios de la semana.

El avión del presidente boliviano Evo Morales, que regresaba a La Paz tras una visita a Moscú -donde se declaró dispuesto a analizar una petición de asilo de Snowden- tuvo que hacer una escala obligada de 13 horas en Viena, después de que varios países europeos le cerraran su espacio aéreo por sospechas de que el informático viajaba dentro del aparato.

Ese suceso generó una importante crisis diplomática entre Europa y Latinoamérica, que se solidarizó en bloque con el presidente boliviano.

Morales acusa a Estados Unidos de haber presionado a Francia, España, Portugal e Italia para prohibir el paso de su avión por su espacio aéreo y amenazó con cerrar la embajada de Estados Unidos en La Paz.

Bolivia, respaldado por aliados regionales como Ecuador, Surinam, Argentina, Uruguay y Venezuela, exigió disculpas públicas y explicaciones. Sin embargo este viernes el ministro de Relaciones Exteriores de España, José Manuel García-Margallo, pidió “calmar los ánimos” aunque aseguró que no pediría disculpas por el incidente.

Por su parte la ministra de Transparencia boliviana, Nardi Suxo, reclamó medidas contra el embajador español en Austria que, según explicó Morales, le pidió tomar un café en el avión con la intención de inspeccionar si en él se encontraba Snowden.

En una declaración común, los mandatarios de la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR, que reagrupa a 12 países) destacaron que el “agravio” sufrido por Morales en Europa no es sólo una afrenta personal, sino también una agresión para toda América Latina.

Moscú también condenó el jueves la actitud de Francia, España y Portugal, y estimó que no podía ser considerada como “un acto amistoso hacia Bolivia, ni tampoco hacia Rusia”.

París también expresó su “pesar” el miércoles por el “contratiempo” que sufrió Morales. El caso también provocó malestar en las relaciones entre Europa y Estados Unidos.

La semana pasada Snowden reveló a la prensa nuevas informaciones sobre la existencia de un programa de espionaje estadounidense de ciudadanos y representantes de la Unión Europea, que provocó una crisis con los europeos y amenazas de postergar el inicio de las negociaciones sobre un tratado de libre comercio transatlánticas.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, anunció el miércoles que estas negociaciones comenzarán el 8 de julio, pero que en paralelo grupos de trabajo están estudiando el alcance del espionaje de Estados Unidos.