La nueva misión de paz de la ONU en Malí, la Minusma, fue puesta en marcha oficialmente este lunes para garantizar la seguridad y la estabilidad de este país en crisis, donde en cuatro semanas se celebrarán elecciones presidenciales.

Dirigida por el general ruandés Jean-Bosco Kazura, la Minusma estará integrada de aquí a finales de diciembre por unos 12.600 hombres (militares y policías) y tendrá que garantizar la seguridad de Malí, especialmente de la gran zona del norte, es decir, de los dos tercios del país.

La Minusma podrá contar durante un tiempo con los 3.200 soldados franceses que siguen en Malí y que, según París, irán disminuyendo progresivamente hasta alcanzar los mil efectivos a finales de año.

Las tropas que completarán las fuerzas africanas de la ONU deberían proceder de países de África, como Burundi, y de otros continentes. No está garantizado que el conjunto de soldados de África occidental y de Chad que componen la Misma permanezcan sobre el terreno.

Durante una ceremonia en Bamako, Bert Koenders, representante de la ONU en Malí, dio las gracias “por el trabajo realizado” a los 6.300 soldados de la fuerza africana (Misma) presentes en el país y que a partir de ahora estarán integrados en la misión de la ONU.

“Nuestra misión es asegurar las grandes aglomeraciones del Norte, la protección de los civiles” y de sus derechos, pero también “la mediación política”, precisó Koenders.

Aprovechando un golpe de Estado militar en Bamako el 22 de marzo de 2012, esta región y las principales ciudades del país, Gao, Tombuctú y Kidal, fueron ocupadas durante los meses siguientes por grupos yihadistas y criminales ligados a Al Qaida.

Estos grupúsculos fueron prácticamente expulsados de sus bastiones tras la intervención del ejército francés en apoyo de la Misma, que comenzó el 11 de enero y se mantiene hasta la actualidad.

Sin embargo, grupos yihadistas residuales siguen presentes en el país y recientemente cometieron atentados.

Uno de los primeros desafíos de la Minusma será garantizar la seguridad durante la celebración de las primeras elecciones presidenciales que tendrán lugar el 28 de julio.