Bethany ya no podía sostenerse en pie por las magulladuras que le atormentaban en todo su cuerpo. Afortunadamente, su suerte cambió en poco más de 30 días.

Miembros de la organización estadounidense Hope For Paws (“Esperanza para las Patitas”) fueron alertados de que una perrita estaba muriendo abandonada en una calle. La ubicaron y con cuidado la trasladaron a un veterinario.

La bautizaron “Bethany” y no encontraron mayor obstáculo al ayudarla. Se mostró cariñosa desde el principio, a pesar de su estado. Tenía sus patas hinchadas y toda su piel herida por la sarna y otras infecciones.

Con la ayuda de médicos veterinarios, mucho cariño y claro está, el aporte económico que recoge la fundación, Bethany rápidamente mejoró y hoy vive feliz junto a otros perros rescatados del irresponsable abandono de quienes fueran sus dueños.

http://youtu.be/c_4ZgY5VOa4