En sus 17 temporadas en la NBA, el veterano base Ray Allen ha marcado grandes canastas para los cuatro equipos en los que ha militado, pero ninguno como el conseguido la noche del martes, “el más grande” de su vida, para salvar la temporada del Miami Heat.

Los San Antonio Spurs llevaban ventaja de tres puntos en la pizarra y estaban a segundos de ganar su quinto título, cuando Allen encestó un triple desde un costado para mandar el partido a un tiempo extra, que permitió a Miami ganar 103-100 y forzar el 7º y decisivo juego del jueves.

“Va a ser un tiro que voy a recordar por mucho tiempo. Probablemente el más grande de mi vida”, dijo Allen tras la victoria de su equipo. “Hay una gran cantidad de disparos que he hecho en mi carrera, pero éste va a estar en lo más alto de la lista, debido a la situación”.

Allen, de 37 años, fichó por Miami Heat esta temporada 2012-2013, luego de jugar cinco campañas y ganar un campeonato con los Boston Celtics.

Su inclusión en la nómina le dio a los campeones defensores una profundidad en la ofensiva de largo alcance, que el martes les rescató de la debacle.

Luego de un tiro fallido de LeBron James, Chris Bosh reboteó con oportunidad para pasar a Allen, quien dio dos pasos atrás para buscar la línea de triples y, elevándose en suspensión, marcó el enceste clave del partido.

“Cuando he visto a CB (Chris Bosh) obtener la pelota, sólo di dos pasos atrás buscando la línea de tres puntos. Cuando me elevé no estaba muy seguro, pero después de pedalear otro poco atrás, llegué a mi zona y tiré. La bola entró, y esa es la historia”, dijo.

Allen es el encestador de triples más prolífico en la historia de la NBA, con 2.612 canastas de largo alcance en su carrera. En esta serie vio como el más joven Danny Green le rompía el domingo su récord de 22 triples en una final de la NBA, al llegar a 25, pero eso no hizo mella en el veterano del Heat.

“Los récords son para romperse”, dijo en el vestidor del Heat, rodeado de periodistas. “Lo importante es hacer el tiro cuando el equipo más lo necesita”.

Desde su amplia experiencia, Allen reconoció que ésta final ha sido “una serie muy inusual”, con los equipos dividiendo triunfos y derrotas para llegar empatados 3-3 al juego decisivo del jueves.

“Bueno, ha sido una serie muy inusual. No ha habido realmente un gran dominio de un juego a otro por cualquier equipo”, dijo Allen, integrante también de la selección de Estados Unidos, con la que ganó el oro olímpico en los Juegos de Sidney 2000.

“Ahora estamos en una situación en la que tenemos que jugar bien ofensiva y defensivamente debido a que son un equipo de ejecución, el equipo de mejor ejecución que hemos visto hasta el momento”, subrayó Allen.

“Ahora es cuando hay que colgar el sombrero para ganar el Juego 7″, aseguró.

http://youtu.be/m4jwFNL6n_8