Barack Obama defendió este miércoles el papel del Estado, en plena controversia por el espionaje de las comunicaciones privadas por los servicios de inteligencia estadounidenses, durante un discurso destinado a convencer a los ciudadanos para que voten a un demócrata para reemplazar a John Kerry en el Senado.

Siete meses después de su reelección, Obama recuperó su tono de campaña al hacer escala durante unas horas en Roxbury Crossing, suburbio de Boston (Massachusetts, noreste), para apoyar a Ed Markey, candidato a ocupar la banca que dejó vacante Kerry, quien a principios de año reemplazó a Hillary Clinton como secretario de Estado.

“Todos los días cuando me levanto, me hago tres preguntas: ¿cómo hacer para que Estados Unidos cree buenos empleos?, ¿cómo hacer para que nuestros trabajadores obtengan las competencias y la educación necesarias para esos empleos?, y ¿cómo hacer para que esos empleos permitan llevar una vida decente?”, explicó el presidente ante un millar de personas.

“Cuando las personas dicen que el problema es el Estado, no comprenden. El Estado puede ayudar estableciendo prioridades inteligentes, haciendo opciones informadas, invirtiendo en el sector manufacturero para recuperar más empleos (que se fueron) al extranjero”, argumentó.

También hizo referencia al papel del Estado en las inversiones en infraestructura, educación de los niños y para “protegerlos de la violencia provocada por las armas”, tres meses después de que una iniciativa suya para restringir la venta de armas de fuego naufragara en el Congreso.

Esta defensa de los poderes públicos tiene lugar cuando Obama sigue comprometido en una lucha sobre cuestiones presupuestarias con sus adversarios republicanos, en posición de fuerza en el Congreso.

Coincide también con la revelación de una vasta operación de espionaje de datos privados por los servicios de inteligencia, a la que Obama no hizo directamente referencia en su discurso de este miércoles.